Menor expectativa de crecimiento mexicano baja calificación de HR Ratings
No corras
Para este comentario, que no comercial, es obligatorio darse tiempo para leerlo y pensar en serio lo que dice. No tiene desperdicio:
Voy para 18 años desde que ingresé en la Volvo, una empresa sueca. Trabajar con ellos es una convivencia muy interesante. Cualquier proyecto aquí demora dos años para concretarse, aunque la idea sea brillante y simple. Es una regla. Los procesos globalizados causan en nosotros una ansiedad generalizada en la búsqueda de resultados inmediatos.
Los suecos debaten, debaten, realizan «n» reuniones, ponderaciones. ¡Y trabajan! con un esquema que lo resumimos así: Suecia es del tamaño del estado de Durango, México o San Paulo, Brasil. Tiene tan sólo dos millones de habitantes. Las empresas de capital sueco son: Volvo, Skandia, Ericsson, Electrolux, ABB, Nokia, Nobel Biocare, etc. Volvo es la que fabrica los motores propulsores para los cohetes de la NASA.
No conozco un pueblo, como pueblo mismo, que posea más cultura colectiva que los suecos. La primera vez que fui para Suecia, en 1990, uno de mis colegas suecos me recogía del hotel todas las mañanas. Estábamos en el mes de septiembre, algo de frío y nevisca. Llegábamos temprano a la Volvo y él estacionaba el auto muy lejos de la puerta de entrada (son 2000 empleados que van en coche a la empresa).
En el primer día no hice comentario alguno, tampoco el segundo, o el tercero. Una mañana le pregunté a mi colega: ¿Tienen ustedes lugar fijo para estacionar aquí?, pues noté que llegamos temprano, con el estacionamiento vacío y dejaste el coche al final de todo…
Y él me respondió simplemente: «Es que como llegamos temprano tenemos tiempo para caminar, y quien llega más tarde, ya va a llegar retrasado y es mejor que encuentre lugar más cerca de la puerta. ¿No te parece?»
En la actualidad, hay un gran movimiento en Europa llamado «Slow Food“ (come despacio), cuyo símbolo es un caracol, tiene su central en Italia (el sitio en la Internet es muy interesante, visítalo). Lo que este movimiento predica es que las personas deben comer y beber lentamente, dándose tiempo para saborear los alimentos, disfrutar de la preparación, en convivencia con la familia, con los amigos, sin prisa y con calidad.
La idea es contraponerse al espíritu del Fast Food (come rápido) y lo que éste representa como estilo de vida. El Slow Food sirve de base para un movimiento más amplio llamado Slow Europe como resaltó la revista Business Week.
La base de todo está en el cuestionamiento de la «prisa» generada por la globalización, por el deseo de «tener en cantidad» (nivel de vida) en contraposición al de «tener en calidad», «calidad de vida» o «calidad del ser».
Según la Business Week, los operarios franceses, aunque trabajen menos horas (35 horas por semana) son más productivos que sus colegas estadounidenses o británicos. Y los alemanes, que en muchas empresas ya implantaron la semana de 28,8 horas de trabajo, vieron su productividad aumentar en un elogiable 20%.
Esa llamada «slow attitude» llama la atención hasta de los estadounidenses, discípulos del «fast» (rápido) y del «do it now!» (¡Hágalo ya!). Significa trabajar y hacer las cosas con «más calidad» y «más productividad», y con menos estrés. Retoma los valores de la familia, de los amigos, del tiempo libre, del placer del buen ocio, y de la vida en las pequeñas comunidades.
Del «aquí» presente y concreto, en contraposición contra lo «mundial» indefinido y anónimo. SIGNIFICA UN AMBIENTE DE TRABAJO MENOS COERCITIVO, MÁS ALEGRE, MÁS LEVE Y POR LO TANTO, MÁS PRODUCTIVO, DONDE LOS SERES HUMANOS REALIZAN, CON PLACER, LO QUE MEJOR SABEN HACER.
¿Será posible que los antiguos refranes: «Paso a paso se va lejos» y «La prisa es enemiga de la perfección» merezcan nuevamente nuestra atención en estos tiempos de locura desenfrenada?
Como ejemplo, en la película «Perfume de Mujer» hay una escena inolvidable en la que el ciego (interpretado por Al Pacino) invita a una muchacha a bailar y ella responde: «No puedo, pues mi novio va a llegar en pocos minutos». A lo que el ciego responde: «Pero es que en un momento, se vive una vida», y la saca a bailar un tango.
Muchos viven y corren detrás del tiempo, pero sólo lo alcanzan cuando mueren, ya sea de un infarto o un accidente en la autopista por acelerar para llegar a tiempo. Otros están tan ansiosos por vivir el futuro que se olvidan de vivir el presente, que es el único tiempo que realmente existe. Como dijo John Lennon, «La vida es aquello que sucede mientras planeamos el futuro».
Felicitaciones por haber conseguido leer este mensaje hasta el final. Como nosotros lo hicimos. Pero habrá muchos que lo habrán dejado por la mitad para «no perder tiempo» tan valioso en este mundo globalizado.