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Pesadillas de la tecnología: vivir hasta 500 años
¿Se imagina un planeta poblado de Matusalenes? Sí, seres humanos de 100, 200 o hasta 300 años de edad. Quizá piense que se trata de ciencia ficción, pero en Francia el profesor Laurent Alexandre pronostica que “dentro de algunas décadas, acaso dentro un siglo, el hombre podrá multiplicar su esperanza de vida por tres o por cuatro”.
La ciencia ya entró en una fase de progreso exponencial y está en condiciones de hacer vivir al hombre varias centurias, asegura Alexandre, quien es cirujano-urólogo y neurobiólogo.
Ahora un tratamiento así tendría un costo enorme, pero con el tiempo las tecnologías empleadas se abaratarán y serán accesibles a todo el mundo, explica este francés de 49 años que dejó el ejercicio de la medicina para consagrarse al estudio del genoma humano, así como a investigar la secuenciación del ADN en una clínica que estableció en Bélgica hace una década.
El resultado de su nutrida documentación está contenido en su libro ‘La muerte de la muerte’, que en Europa se convirtió en un auténtico best seller de divulgación científica.
Alexandre, entrevistado recientemente por el colega Carlos Siula (corresponsal en Francia de la Organización Editorial Mexicana), sostiene que “la ciencia comenzó a vencer a la muerte y el hombre podrá vivir hasta 500 años”.
Basándose en las estadísticas de la esperanza de vida del ser humano, que pasó de 25 años en 1750, a más de 80 años actualmente, llegó a la conclusión de que, gracias a los progresos de la medicina, esta expectativa aumenta a un ritmo de tres meses por año.
Dice el científico que para prolongar la vida del hombre más allá del centenario, es indispensable modificar su naturaleza mediante intervenciones que demandarán toda la potencia de la nanotecnología, la biología, la informática y las ciencias cognitivas; la conexión de éstas convertirá al médico en ingeniero de la vida con poder de transformar la constitución biológica del ser humano.
Y en este punto surge la pregunta ¿a qué costo se alcanzaría esa longevidad artificial? Déjese usted, apreciado lector, del valor monetario, habría que pensar en las tecnologías cada vez más invasivas requeridas para alargar la existencia casi al infinito.
La ciencia y la tecnología de la vida, que incluye terapias génicas, células madre y órganos artificiales, sería el primer paso; luego vendría la conjunción de la nanomedicina y la nanotecnología reparadora, junto con la hibridación entre el hombre y la máquina.
Entonces se podrá recurrir a la manipulación -muy riesgosa- de la telomerasa, un enzima que previene el desgaste de los cromosomas, así como a la modificación de la composición del suero, según explica el profesor Alexandre, quien afirma que la ciencia está en el umbral del tobogán del ‘transhumanismo’, pues en el futuro será posible corregir o reemplazar un mal gene.
Desde hace tiempo se utilizan los circuitos integrados (chips) intracerebrales para tratar a las personas con Parkinson o Alzheimer y más adelante el hombre podrá beneficiarse de todas las innovaciones tecnológicas, previsibles e imprevisibles, que se producirán en el siglo XXI, adelanta Alexandre.
Pero, hasta qué punto será posible que la ciencia y la tecnología vayan transformando al ser humano en un verdadero Frankenstein, con implantes de microprocesadores y manipulaciones de su ADN hasta lograr una redefinición completa de la humanidad, que tendrá un cerebro ‘reseteado’ para evitar la esclerosis de este órgano que hace pensante al hombre.
Estará mental, filosófica y físicamente preparada la raza humana para irse metamorfoseando y vivir 300, 500 o mil años dentro de un cuerpo convertido en androide o robocop a base de remiendos o parches…y ¿habrá quien lo aguante?