Desterrar la “globalización de la indiferencia”, pide la CEM

MÉXICO, DF, 15 de julio de 2014.- Con el propósito de fortalecer la cooperación en materia de migración y desarrollo, México y el Estado Vaticano acordaron trabajar de manera conjunta en siete objetivos, entre los que destaca “trabajar más estrechamente para desterrar la globalización de la indiferencia a la que nos han conducido la exclusión y la desigualdad”, destaca la Conferencia del Episcopado Mexicano en un comunicado.

En el marco del primer Coloquio México-Santa Sede sobre Migración, ambos estados se comprometieron a trabajar de manera conjunta para “garantizar el interés superior del niño y de la niña, la promoción de la dignidad de la persona y la unidad familiar en todo momento”, destaca la CEM.

Para ello, los representantes de ambos gobiernos propusieron “dar una consideración especial al fenómeno emergente de los niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, incluso ampliando la lista de causales de la protección internacional”.

Para México y El Vaticano es fundamental impulsar “, adoptada por la Asamblea General en octubre de 2013”, pues ello permitirá lograr el reconocimiento universal de la importante función que desempeñan los migrantes como asociados en el desarrollo de los países de origen, tránsito y destino.

Ambas naciones coincidieron también en “promover el diálogo y la reflexión de múltiples aspectos vinculados con la migración internacional, la necesidad de construir un enfoque integral que de manera equilibrada incorpore la migración, el desarrollo y los derechos humanos, y que tenga como centro la dignidad de las personas migrantes”, concluye la CEM.