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MÉXICO, D.F., 8 de agosto del 2014.- El ombudsman nacional, Raúl Plascencia Villanueva, lamentó que la violencia se esté apoderando de la niñez mexicana y de los espacios educativos del país, lo que nos coloca como sociedad “en una posición de vulnerabilidad inadmisible, pervierte los valores y abre brecha a la discriminación y la intolerancia”.
Durante la firma del Convenio de Colaboración entre la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) “Por Una Convivencia Escolar Sana: Compromiso De Todos”, el titular de ese organismo planteó la necesidad de proponer soluciones éticas, solidarias y humanas para abatir esta problemática “que está poniendo en riesgo la vigencia de los derechos humanos de millones de niños y con ello un gran costo social”.
Ante situaciones inéditas de extrema violencia entre la niñez que se han dado en los últimos años, llamó a la sociedad a involucrarse mayormente para desterrar las condiciones que generan el acoso escolar, fenómeno que restringe no sólo las actividades en el salón de clases, sino también en la vida familiar, el trabajo y la interacción con diversos grupos sociales.
Al convocar a los centros escolares a evitar la propagación de las conductas violentas y fomentar el entendimiento y la paz entre los estudiantes, el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor destacó que el Estado mexicano tiene la obligación de garantizar que los estudiantes aprendan a aprender y a convivir en entornos sanos y seguros.
Cumplir esta encomienda en todos los rincones del país, dijo, sólo es posible a través del trabajo coordinado entre los distintos órganos de gobierno; es decir, a través de un verdadero federalismo cooperativo.
El funcionario subrayó que un ambiente armónico es condición necesaria para que pueda darse el aprendizaje de calidad que la Reforma Educativa tiene como meta. Precisó que aprender a aprender implica concebir el proceso educativo de una manera distinta a la que tradicionalmente hemos sostenido; significa que los estudiantes deben ser capaces de construir conocimiento a partir de sus conocimientos previos, y desarrollar habilidades de saberes y experiencias anteriores. Y el aprender a convivir busca fomentar el reconocimiento y el respeto por los otros, ya que es un factor clave para el aprendizaje de calidad.
En el evento, celebrado en las oficinas de la SEP, se refirió a algunas de las acciones que ha emprendido esa dependencia para hacer frente al fenómeno de la violencia en las escuelas, entre las que destacan la firma de convenio de coordinación para combatir la violencia en las escuelas, en el marco del Consejo Nacional de Autoridades Educativas; el Proyecto a favor de la Convivencia Escolar y ahora la firma del convenio con la CNDH.
Invitó “a que todos juntos busquemos mecanismos innovadores para que niños y jóvenes se eduquen en el Derecho, especialmente en el respeto a los Derechos Humanos para que éstos se conviertan en el idioma común que los ayude a solucionar de manera pacífica los conflictos que puedan darse en las escuelas”.
El presidente de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos, Juan José Ríos Estavillo, señaló que es preciso levantar un escudo contra la barbarie y la intolerancia, “que haga de la ley un auténtico valladar contra la violencia y la impunidad”, pues en los años recientes se han vivido actos de violencia que han cuestionado el conjunto de valores que “han galvanizado nuestra convivencia respetuosa y civilizada”, aunque reconoció que enfrentar estos hechos no es tarea fácil.
Para lograrlo, añadió, es necesaria una movilización masiva de conciencias, que tenga a la familia y a escuela como los ejes articuladores de una nueva voluntad colectiva en favor de la paz, la libertad y la solidaridad.