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MÉXICO, DF. 14 de agosto de 2014.- Las malas condiciones en las que opera el Sistema de Transporte Colectivo (STC) es una de las quejas más recurrentes de los usuarios, pero los trabajadores se hacen a un lado por este problema y denuncian que el incremento al precio del transporte “en lugar de mejorar nuestras condiciones la ha empeorado con mayores horas de trabajo”, además de que los vagones no tienen el adecuado mantenimiento, y “las piezas son reutilizadas de carros que están varados porque tienen mayores problemas técnicos”.
Fernando Espino Arévalo, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores del Metro tuvo la noche del lunes una reunión con representantes de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal para exponer los peligros que conlleva la falta de mantenimiento de los vagones y donde se les expuso que a pesar de que deben ser revisados a los 400 mil kilómetros de rodaje, se les atiende hasta después de los 700 mil kilómetros, lo cual pone en peligro a los usuarios.
Quadratín México buscó al líder sindical de cerca de 15 mil trabajadores del STC para que ampliara esa información, pero nunca respondió a la petición de entrevista, aduciendo estar atendiendo otros asuntos.
Quadratín México entrevistó a trabajadores del Metro, quienes organizan una campaña dentro de las instalaciones para acusar y señalar públicamente al Gobierno del Distrito Federal (GDF) y del STC, como los principales culpables de las fallas que padece el sistema.
“Estamos colocando pósters y anuncios en todas las estaciones, en los trenes, en las taquillas y hasta en las paredes para denunciar a los verdaderos responsables, porque falta más inversión, pero de la real, porque sólo dicen que dan dinero, pero no vemos nada.
“Se aumentó la tarifa para que nos dieran mejores herramientas para el mantenimiento de trenes, así como para las estaciones más olvidadas o de mayor flujo de usuarios, hasta ahorita nada, incluso, y te lo pongo así, para que mejoraran nuestros sueldos, el de todos”, comentó Mario, operador de trenes de la Línea 1 y con más de 15 años en esta labor y miembro del Sindicato de este transporte.
María de la Luz, una de las 250 taquilleras del Metro, también apoya la campaña que se lleva en el interior del Metro. Ella recibió la promesa de que su sueldo sería aumentado con el alza a la tarifa, así como un recorte de horas de trabajo.
La taquillera relata que su jornada es de hasta 12 o 14 horas, antes le pagaban doble turno y ahora se lo redujeron a una jornada normal, además de que sus jefes directos la amenazan constantemente.
“Las jornadas de trabajo se extienden, hemos sufrido recortes de personal y te avientan los horarios de los que ya no están, te pagan lo mismo y no ves el incremento en el salario, esta situación pone a muchas compañeras, de mi área específicamente, con actitudes negativas y si tú quieres agresivas”.
Y las herramientas, sólo promesas
Eduardo es encargado del área de mantenimiento de trenes para línea 1 del Metro, la cual se tiene pensado que tenga una renovación casi total en su flotilla, y asegura que las refacciones no han llegado y tampoco son nuevas.
“En enero nos dijeron que las partes que necesitan varios convoyes estarían listas. estamos en agosto y no se han comprado, lo que hemos hecho es que reutilizamos piezas de aquellos vagones que están parados y que dejaron de circular porque tienen problemas técnicos mayores.
“Por ejemplo, hemos ido a los talleres del Oriente y del Norte para recolectar de aquellas unidades que les llamamos esqueletos para echar andar los trenes que ahora les dicen recuperados”, comentó.
Suspensiones, balatas, discos y frenos son los que más se dañan de las unidades, partes que son removidas de los trenes que ya fueron retirados de servicio, algunos de ellos con poco más de 30 años que dieron servicio.
Sobre la chatarrización de los convoyes, Eduardo no confirmó que se realice este tipo acción, aunque “sí he escuchado que hagan este tipo de cosas, pero yo no lo he visto, dudo mucho que lo hagan porque de ahí nos surtimos de refacciones”.
La Línea 12, un referente
Desde la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) se realizó el estudio y valorización de las condiciones de la polémica Línea 12, la cual dejó de operar la mitad de sus estaciones debido a la mala construcción de su tramo elevado, así como la deformación de sus vías y la falta de trenes adecuados para rodar en ellas.
Jorge Gaviño, titular de la Comisión Investigadora de la “Línea Dorada”, resaltó que todos los análisis de esta línea reflejaron que no cuenta con las medidas necesarias para seguir operando y resultó ser riesgosa para los usuarios.
“Podemos decir que la construcción tuvo varios defectos, hemos encontrado que la falta de coordinación entre rieles y ruedas ha provocado el desgaste, el pandeo de los vagones es perceptible y el ruido que genera el paso de los vagones es la prueba fiel de estas deformaciones.
“Sólo falta que las autoridades del Distrito Federal nos envíen los últimos resultados del mantenimiento, ahí podremos dar nuestro aval para que pueda rodar otra vez, además de que faltan refacciones, herramientas y muchos aspectos que poco a poco serán revelados”, comentó Gaviño en entrevista.