Duplicará Brugada recursos de programa Colibrí para viajar a Acapulco
MÉXICO, DF., 31 de agosto de 2014.- Corren bajo la lluvia. Nada los detiene, todo los alienta. Son miles pero su entusiasmo es de millones. Verónica, Sandra, Miguel, Carlos, Juan, Olivia, Arturo y el onomástico completo corren bajo la lluvia que de a poco les da una tregua. Ni la histeria de los primeros automovilistas y la potencia de sus cláxones rompe la armonía de los corredores verdes que se apoderan de emoción matinal de un domingo único en la capital del País.
Daniel, vamos a llamarlo, en su silla de ruedas acondicionada para la ocasión, sube con trabajos la cuesta inundada en Insurgentes a unos metros de la glorieta. Organizadores, hidratadores, viandantes, policías, ciclistas y otros corredores se dan un tiempo para el aliento.
“Vamos, carajo”. La ciudad de las furias y los malvados, de los entusiastas y optimistas, de los corredores y su hinchada se recuerda que aún en el medio del infierno es posible encontrarse con la bondad. Y con un recuerdo literario, por qué no.