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MÉXICO, DF, 2 de septiembre de 2014.- Las reglas en publicidad dirigida a niños y adolescentes son «laxas y miopes» y el Instituto Federal de Telecomunicaciones no está facultado para sancionar a quien las infrinja a pesar de tener facultades para sancionar contenidos, mas no las disposiciones en materia de protección a la infancia, lo cual es «una grave omisión legislativa», consideró la comisionada de ese órgano Adriana Labardini.
«El rol del instituto es vigilar que contenidos y publicidad dirigidas a la población infantil cuiden y respeten sus derechos y el interés superior del menor en materia de valores educativos y salud.
Eso es lo que nos mandó la Constitución», dijo, sin embargo, la ley federal en la materia «atomizó» estas facultades en otras dependencias, como la Secretaría de Gobernación y si hay normas laxas «hay un problema de legalidad porque el Ifetel no puede mejorar las reglas de salud ni aplicar sanciones».
La comisionada asistió a la presentación del informe Publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia: estrategias de la industria, elaborado por la Alianza por la Salud Alimentaria, realizada en Casa Lamm.
Ahí, representantes de diversas organizaciones defensoras de los derechos de la infancia, a la salud y de los consumidores, coincidieron en señalar que la reciente propuesta de ley de protección a la infancia enviada por el Ejecutivo federal al Senado de la República es una buena oportunidad para colocar el tema y legislar conforme al derecho de los niños y no a los intereses de la industria.
Alejandro Calvillo, de El Poder del Consumidor, denunció que desde la Secretaría de Salud se ha silenciado a los institutos nacionales de Salud pública y nutrición para que no emitan posiciones contrarias a la postura oficial en materia de regulación de la publicidad dirigida a niños, la cual es responsable en gran medida del ambiente obesigénico que prevalece en el país desde hace años y que lo ha llevado a ocupar el primer lugar en obesidad infantil.
El informe advierte que «las proyecciones a futuro señalan que esta situación se agudizará provocando que las enfermedades crónicas no transmisibles se presenten a edades más tempranas».
También alerta sobre el hecho de que «la publicidad engañosa dirigida a la infancia viola el derecho a la salud y a la información de niños y adolescentes en su vida presente».