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MÉXICO, D.F., 10 de septiembre de 2014.- A 24 horas que se celebre el 13 aniversario del ataque terrorista a las Torres Gemelas, el presidente Obama ha dado un discurso para explicar los puntos estratégicos que emprenderán para atacar al Estado Islámico (EI), que se ha hecho fuerte en las provincias del norte de Siria e Irak.
Obama ha remarcado el éxito de las 500 operaciones aéreas producidas contra los militantes del EI y reiteró que no enviará a ningún soldado estadunidense a combatir, sino tan sólo a efectuar tareas de entrenamiento y orientación militar. Obama no descarta empezar bombardeos y ataques selectivos sobre suelo sirio, donde el EI ha tomado fuerza, bajo la máxima que “vamos a cazar a los terroristas que amenazan a nuestro país, donde quiera que estén”. Arabia Saudita ya se ha mostrado dispuesta a prestar sus bases para ayudar a EU en su lucha contra el EI.
La estrategia de Obama en Siria pasará por el Congreso y podría suponer una ayuda de armamento a los rebeldes sirios parapetados en la provincia de Alepo, donde luchan contra los islamistas comandados por el militante del EI, Abu Waheeb y a su vez, contra los soldados de Bashar al-Assad.
La estrategia que desgranó Obama empieza por una alianza internacional que pueda sumar esfuerzos para “degradar y destruir el Estado Islámico”. Seguidamente por ofrecer entrenamiento y entrega de arsenal a los grupos clave de la zona, como los kurdos, rebeldes sirios y ejército iraquí, y posteriormente una ayuda humanitaria a la población civil afectada como los yazidies o desplazados.
El The New York Times atribuye la importancia de este discurso, no sólo por el liderazgo que ofrece el presidente en una lucha global contra el terrorismo islámico, sino por las acusaciones de flaqueza por parte de sectores republicanos, que entre otras razones, atribuyen el nacimiento del EI, por la huida exprés de Obama en Irak en 2011.
Según han publicado varios medios estos días, Obama cuenta con un amplio respaldo de la sociedad estadunidense para actuar contra los islamistas y, precisamente, son estos ciudadanos los que estaban preocupados por la falta de un plan desde la Casa Blanca. Estrategia que hoy Obama ha querido aclarar, alejándose de las lecturas o análisis.