Disminuye desigualdad salarial en 2 tercios de los países del mundo: OIT
MÉXICO, DF, 14 de septiembre de 2014.- Un exclusivo grupo de empresas micro financieras han sabido aprovechar el hueco que han dejado los grandes bancos en México: la población de escasos recursos, explica Óscar Pfeiffer, portavoz de Prodesarrollo, una red que agrupa 87 firmas financieras dedicadas al sector popular, destaca la edición dominical dl diario hispano El País.
Sin embargo, destaca, organismos internacionales critican las tasas de interés que estas empresas cobran por sus préstamos, pues la comisión promedio que imponen a los más pobres es de 50 por ciento, cuando en Latinoamérica el promedio es de 30 por ciento, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), subraya el periódico peninsular.
Y es que en México el mercado es verdaderamente enorme, pues en México el número de personas en situación de pobreza supera los 53 millones, según las cifras que proporciona el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), y de 60.6 millones según la Comisión Económica para América Latina.
Una de esas empresas, Compartamos, cobra a los mexicanos más pobres comisiones de hasta 75 por ciento sobre sus préstamos porque “Para darle servicio a un cliente hay que abatir los costos operativos: la contabilidad, la publicidad, el transporte”, destaca Carlos Danel, presidente del Consejo de Administración de Compartamos.
Compartamos, que controla el 40 por ciento del mercado mexicano de las microfinanzas, se ha convertido en la estrella del sector y ha pasado de ser una organización no gubernamental, como nació en 1990, a un banco que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores en 2006.
Una señal de que el negocio va viento en popa es la confianza que ha puesto el público inversor en esta institución. Tan solo en los tres primeros años en el mercado, la acción de Compartamos creció un 98%. En 2013, sus ganancias fueron de casi de 189 millones de dólares y ahora opera en Guatemala y Perú.
Sin embargo, uno de los pioneros de las microfinanzas a nivel mundial y Premio Nobel de la Paz, Muhammad Yunus, piensa distinto, y asevera que “su prioridad ha sido la generación de dinero”.
Yunus fundó en Bangladesh el Banco Grameen que ofrece préstamos a los más pobres con tasas de interés promedio de tan sólo 20 por ciento, 55 por ciento por debajo de la que pagan los mexicanos pobres.
No obstante, el director de Prodesarrollo no confía en el planteamiento de Yunus, pues asevera que «en México se opera con bajos márgenes de ganancia”, pues “estos negocios ofrecen servicios a personas que para la gran banca comercial no serían potenciales clientes, ya que no cumplen con los requisitos”.