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MÉXICO, DF., 14 de septiembre de 2014.- Presidente del PAN durante la primera llegada de este instituto político a la Presidencia de la República, Felipe Bravo Mena con 44 años de militancia responde con soltura las preguntas, propone tres líneas de acción: la recuperación de la vida institucional del PAN, que el partido se reencuentre con la ciudadanía, y volver a generar a postular liderazgos con valores. Reconoce que es tiempo para enmendar y recuperar el tiempo perdido.
-¿En qué se parece y se distingue el PAN del PRI que perdió las elecciones de 2000 y que tardó 6 años para comenzar a recuperarse?
-No, el PAN movía conciencias, almas y luego votos pero por mover la conciencia movía los votos, no los votos a como diera lugar. Ese es el desvío del asunto, ahí empieza a generarse una problemática. ¿Cuál es la diferencia para ese momento de perdida? Que para el PRI su cultura es mucho más pragmática, un pragmatismo seco que dice ‘vamos por los votos cómo sea’ y los gobernadores del estado son una veta enorme para rehacerse y para atrincherarse en la oposición de poder y desde ahí construyeron una maquinaria que va por los votos, independientemente que sean de conciencia. Esa es la diferencia. El PAN ahora debe reconstruirse como organización ciudadana, no como aparato de poder. ¿Por qué no estoy de acuerdo que desde los puestos públicos sigan impulsando la fuerza electoral del partido? Eso no es el PAN, es tener una causa ciudadana y decirle al ciudadano ‘vamos por ella’, por liderazgos de valores que inspiren, motiven y el ciudadano viene no por una despensa, una dádiva, una tarjeta Mónex o de Soriana, y hay que reconstruir eso. Después de estar en el poder y con algunos vicios que se han construido es muy difícil.
-¿Son una mala copia del PRI?
-Cuando queremos ser como el PRI y operar como ellos en ese momento el PAN empezó a dejar de ser el PAN. Para el PRI le viene bien, no critico al PRI, así se hizo, los ciudadanos lo han juzgado, algunos lo hemos rechazado y otros lo han apoyado y ahí está, y ha perdido cuando la mayoría de los ciudadanos dijimos no a esto. El PAN ha querido copiar esto, nada más que eso no es el PAN porque es una manera diferente de entender y hacer política, estamos llamados para mover corazones, ganas, convicciones sin necesidad de dar dádivas. Yo les doy un ejemplo de cómo recorrimos el camino a revés.
En 1988 llenamos el Zócalo, el PAN no iba ahí porque le tenía mucho respeto, no movía organizaciones de sindicatos, de organizaciones, acarreados, el ciudadano llegaba por su propio pie y el PRI tenía sus organizaciones, sus burócratas, sus sindicatos y así llenaba el Zócalo. Habíamos hecho un trabajo de diez años atrás en el país, una gran campaña con un gran líder cívico. En la campaña nos propusimos sacar la gente a la calle y llenamos al Zócalo. Nadie me cree que ese Zócalo lleno en 1988 no nos costó un peso. Vaya, nos costó la tribuna. el micrófono, ¿pero llevar gente? Eso estaba fuera de nuestros esquemas. En 88 hicimos eso y esa década lo hicimos cientos de veces en todos los estados del país sin necesidad de acarrear. Años después nos gustaban las grandes multitudes con una técnica aprendida del otro, de lo que no es nuestro, entonces empezaron a pasar cosas de que a medio mitin se iba la gente y hay que llevar un artista para que se entretenga, eso no era lo nuestro. ‘Luis Felipe está soñando, eso ya no se usa’. No señores, eso es lo que nos hizo grandes, eso fue lo que nos dio la victoria, no le demos vuelta, ganamos porque éramos así, perdimos con lo que estábamos haciendo,
-¿Ya no se parece al PAN que usted conoció?
-No quiero hacer esta presentación como añoranza, cosas que fueron, no, hago un llamado de que hay una fuerza, una vía latente que puede volver a ser y es lo único que puede volverle el prestigio a la democracia mexicana y no el desprestigio en que ha caído.
2015 SERÁ CLAVE
-Las intermedias se le atragantan al PAN. ¿Con su actual situación será clave el 2015?
-La elección es inédita para todos. Nueva ley electoral, nuevos partidos, paridad de género, candidaturas ciudadanas, demasiadas cosas nuevas, todos tendremos que hacer un esfuerzo de adaptarnos. La clave para el PAN es que si enfrentamos estas elecciones del 2015 y lo digo en mi libro con tres cosas que le urge recuperar que han sido del PAN, uno su institucionalidad, que los grupos de las candidaturas y caudillismos no pesen más en decisiones colectivas que la institución mismo. Regresar a nuestra política y alma ciudadana: si nuestras campañas son ciudadanas y no nada más de ayudar con un cartelito muy bonito pero sin alma, confiando solo en llevar dinero para hacer la campaña, no creo que tengamos resultado diferente. Por eso me parece bien la consulta ciudadana por el salario mínimo. Nos dicen pero cómo no los van a apoyar si es el salario mínimo. Pues precisamente porque es una causa ciudadana. ‘Es que son electoreros’. ¿Cuál electoreros? Los partidos somos cauces de expresión ciudadana y aquí hay una situación de injusticia gravísimo en el país, es el absoluto desprecio al pago del trabajo humano.
-¿No fue parte de los errores del PAN, que como gobierno no lo aumentó?
-Eh, bueno, en el debate que si el PAN no lo hizo, el salario se deterioró en los años anteriores a los gobiernos del PAN, en estos se mantuvo y se recuperó casi nada pero no bajó y luego volvió a caer. Bueno, correcto, ese es uno de nuestros errores, rectifiquémoslo, por está muy bien lo que Gustavo propuso. A él le pegan muy duro pero en esto está muy bien, es hora de que recupere sus banderas de inclusión social porque son banderas de la doctrina del PAN, ya reformamos el sistema político, palomita para el PAN; ya reformamos y modernizamos el sistema económico, paloma, 10 al trabajo programático del PAN, ahora vamos al capítulo social y el primer punto es que el trabajo humano se pague como debe de ser, esto es la causa ciudadana.
Lo tercero que el PAN necesita son liderazgos con valores. El PAN es grande porque antes había una señora, un abogado, un joven que levantaba la cabeza, que decía no a la mentira del gobierno, al abuso de poder y se convertían porque eran congruentes con lo que decían y vivían. ‘Puede ser que no gane’, decía algún ciudadano, ‘pero le doy mi voto porque dijo lo que quiero decir’. A lo largo de los años se hizo grande, tomo fuerza, supimos leer como partido, lo digo en colectivo porque hubo estrategas de primera.