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MÉXICO, D.F., 17 de septiembre de 2014.- Más de 4.2 millones de escoceses están llamados a las urnas para decidir si quieren ser un país independiente y romper con el Reino Unido, tras 307 años de relación. El último sondeo del diario conservador The Times le da un ajustada victoria a los unionistas, con un 52 por ciento en contra de la independencia y un 48 por ciento a favor. Sin embargo, tan sólo hace una semana, otra encuesta parecida daba la victoria a los independentistas con 4 puntos de ventaja.
Sin coinciden en algo los analistas de los rotativos británicos es que el resultado será impredecible.
A las 7 de la mañana, es decir la una de la madrugada en México, abrirán los colegios electorales escoceses donde habrá un 97 por ciento de participación en 32 circunscripciones electorales. El cálculo de participantes se sabe, ya que tenían que registrarse previamente para participar. En la consulta, podrán votar los mayores de 16 años y más de 800 mil escoceses ya han dado su voto desde el extranjero.
El recuento y anuncio oficial de votos se dará en el centro de convenciones de Golley Slater, en Edimburgo, y no será hasta al día siguiente del referéndum cuando se conozcan los resultados. Desde el gobierno escocés no han informado si su Ministro principal (presidente), Alex Salmond, comparecerá para informar los resultados.
Desde la asociación de prensa escocesa resaltan que no hay ninguna predicción concreta, ya que no hay “precedentes” de este tipo de votación.
Finalmente, a raíz de la cantidad de islas que hay en Escocia y su dificultad de trasladar urnas electorales, la autoridad electoral escocesa ha remarcado, que “priorizamos la exactitud en el recuento más que la velocidad”.
La consulta escocesa se celebra a tan sólo un mes y medio de la catalana, que también decidirá si quieren ser un estado independiente a España. Sin embargo, el gobierno español ha declarado el referendo inconstitucional y pese que un 80 por ciento de los catalanes apoyan la consulta, aún hay dudas si se celebrará.
En todo caso, los escoceses han abierto un precedente en la historia de Europa para las reivindicaciones soberanistas, y un nuevo modelo se vislumbra para el continente.