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BARCELONA, España., 19 de septiembre de 2014.- El Parlamento catalán aprobó la Ley de Consultas, que permitirá votar por la independencia de Cataluña el próximo 9 de noviembre.
El resultado en el arco parlamentario catalán fue de 104 diputados a favor contra 28. Estos últimos estaban representados por el Partido Popular y Ciutadans, formaciones consideradas unionistas y que se han posicionado en contra de la consulta, tildándola de “ilegal”.
Con esta ley, el presidente de la Generalitat (gobierno catalán), Artur Mas, tiene la herramienta clave para firmar en las próximas horas un decreto para convocar el referéndum, aunque éste no será vinculante.
Por su parte, el gobierno español de Mariano Rajoy tiene previsto varias reuniones extraordinarias para iniciar los trámites que tumben dicho decreto ante el Tribunal Constitucional español. Este órgano, formado por jueces elegidos por los partidos mayoritarios españoles, podría suspender cautelarmente el decreto catalán, cuando el Consejo de Ministros o la abogacía del estado, entregue el recurso de inconstitucionalidad.
Los detalles de cómo se realizará la consulta siguen siendo imprecisos, pero de momento se sabe que no será por voto electrónico, habrá 2,000 mesas electorales y una comisión de politólogos y juristas se encargarán de supervisar la elección.
Por lo que respecta al censo, se podrá participar a partir de los 16 años, también los europeos que lleven un año residiendo y los que no sean de la Unión Europea, deberán demostrar tres años de arraigo.
Centenares de personas convocadas por la Asamblea Nacional Catalana, se concentraron a las puertas del Parlamento para apoyar la Ley de Consultas y celebrar su aprobación.
Medios catalanes han definido esta decisión del Parlamento como la más importante del proceso soberanista catalán. En cambio, medios de comunicación próximos a la derecha española, han pedido la suspensión de autonomía de Catalunya y algunos, hasta piden la intervención de las fuerzas del orden.
La postura de inmovilidad de Mariano Rajoy, contrasta con la del primer ministro británico David Cameron, quien si permitió un referendo en Escocia ya que como afirmó hace unos días, “soy un demócrata”.