Suma Operación Enjambre 7 capturas de 14 contra funcionarios de Edomex
LOS CABOS SAN LUCAS, BCS., 22 de septiembre de 2014.- «La semana pasada esto parecía una playa zombie, veías pasar a la gente como desesperada y cargando cuanta cosa podía, no sabía si reírme o preocuparme porque también se robaran los coches que rento» comentó Rodolfo quien tiene su negocio de alquiler de autos a espaldas del Mega Comercial Mexicana, en la zona de San José del Cabo, aquella tienda departamental que fue saqueada tras el paso del huracán Odile y fue el escenario de las imágenes de robos que le dieron la vuelta al mundo.
Los autos que proporciona el, Rodo, aún tienen arena en el parabrisas y en las llantas, pero funcionan a placer.
«Había algunos que se acercaban a los coches, incluso uno le quiso reventar un vidrio para meterle todo lo que se había robado, alcancé a ver que llevaba dos pantallas, zapatos y mucha comida.
«Mi reacción fue de intervenir, sin violencia, tome las llaves y lo que hice fue llevar los carros a la apartada, ahí todavía estaban las rejas que no dejaban pasar a toda esta gente”, dijo.
A una semana del impacto del huracán, las playas, la zona hotelera, los comercios y las casas tienen marcas de la fuerza de los vientos de casi 200 kilómetros por hora con los que llegó Odile.
Quadratín México hizo un recorrido por el área que fue señalada como la «zona cero» y se pudo percibir el poder del fenómeno que devastó a poco más de la mitad de este destino turístico.
Según los reportes de la Secretaría de Marina (Semar), las vías de comunicación no fueron tan afectadas, sin embargo, se tiene que esquivar las palmeras, los postes y los cables de luz que fueron derribados por las ráfagas y lluvia.
«El huracán llegó como a eso de las 11 de la noche, nomas escuchabas como rugía ese monstruo, retumbaba toda la casa, la verdad eso me dio miedo, no quise ir a trabajar esa noche.
«Muchos compañeros decidieron venir a trabajar y se quedaron aquí atorados en el interior de la tienda, algunos vieron cómo se caía el techo y súmale que después vino la rapiña y la gente violenta, fue un terror», comentó Estela, cajera del Mega Comercial Mexicana.
La plaza Las Fuentes, donde se concentra la mayor parte de los negocios de San José del Cabo, ya es resguardada por elementos de la Policía Federal (PF) y la Gendarmería para evitar más saqueos y controlar algún brote de violencia.
Aunque los víveres y elementos de la canasta básica que entraron en estado de descomposición y fueron orillados a un Starbucks para permitir el paso de los trabajadores de limpia, sin embargo, algunas personas se acercan a este montón para rescatar algún alimento que todavía sea comestible.
«Vengo a ver si hay algo de comer que todavía sirva, mientras mi esposa está aquí abajito sacando agua de la fuente, por lo menos para usarla en el baño» comentó un hombre que, con chanclas y sin camisa, dijo que viajó desde el centro de para conseguir comida.
La noche cae y los establecimientos cierran, no hay servicio, no hay luz y «lo único que hay para iluminar son las torretas de los federales, después a cerrar puertas, a ver si mañana ya llega la luz».