Presenta Ramírez de la O presupuesto de egresos; van 6.5 billones a metas
MÉXICO, DF, 28 de septiembre de 2014.- Sin lanzar las campanas al vuelo, resultados de diversos indicadores macroeconómicos dan señales de una mejora de la actividad económica al inicio del tercer trimestre, en línea con la expectativa de un mayor dinamismo en la segunda mitad del año, destacó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), destaca la red de Noticias MVS.
No obstante, precisó, este comportamiento debe tomarse con cautela pues aún está alejado de lo que se requiere para alcanzar la meta oficial de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2.7 por ciento, incluso el pronóstico promedio de 2.5 por ciento del mercado.
La semana previa se informó que durante julio pasado el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) reportó una tasa de crecimiento anual de 2.5 por ciento, porcentaje que superó la expectativa de los analistas de un avance de 2.4 por ciento, además de que resalta que las tres actividades que lo integran tuvieron datos positivos, refirió.
Sin embargo, el comportamiento al interior de estas actividades refleja algunos aspectos que vale la pena señalar, de acuerdo con el organismo de investigación del sector privado en su reporte semanal Análisis económico ejecutivo.
Por una parte, se aprecia que el dinamismo de las actividades secundarias proviene principalmente del comportamiento del sector manufacturero, que en julio creció 3.4 por ciento anual y fue suficiente para generar aproximadamente la cuarta parte del crecimiento total del IGAE.
Explicó que el origen de este dinamismo puede atribuirse en buena medida al sector automotriz, que avanzó 12.7 por ciento anual, con lo que generó poco más de 60 por ciento del crecimiento de la industria manufacturera, con lo cual la parte exportadora ha sido fundamental en este desempeño.
En tanto, añadió, el sector construcción ha sido un tema de análisis importante debido a que refleja en buena medida la evolución de la inversión fija, que es el principal motor del crecimiento.
Luego de 18 meses consecutivos con variaciones anuales negativas, en los dos últimos meses muestra un comportamiento al alza, de 2.2 por ciento en junio y 3.5 por ciento en julio pasado, anotó.
Este comportamiento se atribuye principalmente al desempeño de los segmentos de edificación y trabajos especiales para la construcción, mientras que la construcción de obras de ingeniería civil, que se refiere principalmente a obras de infraestructura, se mantiene con tasas negativas.
Esto último es preocupante pues contradice lo dicho por autoridades hacendarias sobre el dinamismo con que se está ejerciendo el gasto público en general, en especial el relacionado con la inversión física.
Y es que según los resultados de las finanzas públicas, en julio pasado creció 16.4 por ciento anual real y en los primeros siete meses del año en 28.9 por ciento.
Para el organismo, la preocupación se fortalece cuando se observan los resultados de las cuentas nacionales, en los que se reportó que en la primera mitad del año la inversión pública se contrajo a un ritmo anual de 8.4 por ciento.
De estos resultados, agregó, se puede inferir que si bien la Secretaría de Hacienda reporta como ejercido el gasto en inversión física, no se refleja en la inversión total, lo cual puede fortalecer la percepción de la ineficiencia que prevalece en el ejercicio del gasto público.
Según el CEESP, no es sorprendente que por esta razón, entre otras, el World Economic Forum (WEF) haya ubicado a México en el lugar 119 de 144 en materia de desviación de recursos públicos.
Por otro lado, comentó que a pesar de que las ventas al menudeo se mantuvieron al alza durante julio de este año, es claro que el mercado interno sigue débil, lo cual se relaciona con el hecho de que la creación de empleos va acompañada de salarios bajos.
“Estimular el mercado interno requiere principalmente de inversión. Solo de esta manera será posible fortalecer la actividad productiva, el empleo y el ingreso de las familias. Es por ello que es fundamental que el sector público ejerza plenamente, en tiempo y forma los recursos de inversión”, estimó.
Indicó que si se consideran los datos de cuentas nacionales, en el segundo trimestre del año la inversión pública representó 3.8 por ciento del PIB, la segunda tasa más baja desde 1993, después de la del trimestre anterior.
Por su parte, el organismo de investigación del sector privado apunto que a pesar de que la inversión privada se mantiene en niveles superiores al 17 por ciento, no se aprecian cambios importantes en los últimos cinco trimestres.
No hay duda, ratificó, de que la economía mejorará en la segunda mitad del año, aunque se ve complicado que su ritmo de avance sea suficiente para lograr la meta oficial de crecimiento de 2.7 por ciento para todo el 2014.
Para ello sería fundamental fortalecer el entorno para estimular la inversión y para un eficiente resultado de las reformas estructurales, las cuales se espera contribuyan para logras tasas de crecimiento del PIB cercanas a 5.0 por ciento en el mediano plazo, consideró.