Nadie puede acusar al TEPJF de alejarse de la Constitución: Mónica Soto
CHILPANCINGO, Guerrero, 10 de octubre de 2014.- La figura de un Comisionado para la Seguridad en el Estado de Guerrero ha quedado rebasada después de las revelaciones de violencia en los últimos días y ante el «desorden descomunal en el estado» lo mejor que le puede pasar a la entidad es la renuncia del gobernador Ángel Aguirre.
Esta postura es encabezada por el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) en Chilpancingo, Jaime Nava Ramos, quien consideró que el fenómeno de la inseguridad ha sobrepasado los límites de la autoridad.
“La instalación de la figura del Comisionado de Seguridad en el estado ya quedaría muy rebasada y no ayudaría en nada a que la violencia se erradique o termine de tajo, es ilógico pensar que la llegada de una persona acabe con todo.
“Nosotros pensamos que esto debe ser una estrategia más allá de un comisionado, debe haber un verdadero mando único en la policía, no estamos cegados a que se logre y se cumpla para evitar la filtración de otros grupos (narcotráfico)”, dijo Nava.
El titular de COPARMEX en esta ciudad aseguró para Quadratín México que la escalada de violencia se ha manifestado desde hace más de dos años, además de que se ha solicitado ayuda al Senado y la Cámara de Diputados, pero no han recibido respuesta aún.
“Presentamos una radiografía de lo que estaba pasando en Guerrero, muy completa, y se la dimos a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que iniciara una recomendación por estos hechos.
“Aclaramos cómo los 46 municipios que cuentan con policía estatal han sido impactados por delitos como la extorsión y el secuestro, sobre todo en Chilpancingo, Iguala, Acapulco, Chilpa, por mencionar algunos”.
Nava Ramos reveló que en Guerrero existe una impunidad de hasta el 91.5 por ciento y ese factor ha sido el problema para que varios de los empresarios reporten caídas de más de 80 por ciento.
Ante esta crisis, los miembros de la COPARMEX lanzaron una petición que se une a la de varios guerrerenses: que el gobernador Ángel Aguirre dimita al cargo y aleje sus posibles nexos con la delincuencia organizada.
“Hay que reconocer que hay un desorden descomunal en el estado por toda esta situación, lo que debe suceder es que se elimine la gente que no funciona, pero mientras debemos lidiar, por ahora, con nuestros propios recursos”, remató.