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OSLO, Noruega, 10 de octubre de 2014.- Y el Premio Nobel de la Paz es para …. Kailash Satyarthi y Malala Yousafzay. Ambos, él indio y ella pakistaní, son los premios Nobel de la Paz de este año, superando a los otros contendientes, entre los que se encontraba el papa Francisco y Edward Snowden. El jurado ha resaltado que un hindú y una musulmana se unan en una misma causa: defender a la infancia. Ambos han sido premiados por su defensa de los jóvenes y niñas en su trabajo humanitario, realizado por separado, pero se une en este prestigioso premio, según reportó lainformacion.com.
Malala es una firme defensora de los derechos de las mujeres a una educación en su Pakistán natal. Por su labor recibió los talibanes decidieron tirotearla, aunque sobrevivió al impacto en la cabeza. Nacida en 1997, se ha convertido en la Premio Nobel más joven de la historia. Hasta ahora, la más joven laureada tenía 32 años. «A pesar de su juventud, ha luchado durante varios años por los derechos de las niñas a una educación», ha declarado el jurado, «y ha mostrado por ejemplo que los niños y la gente joven puede contribuir a mejorar las situaciones en las que se encuentran».
Satyarthi también ha llevado a cabo una intensa labor de defensa de los menores y de su explotación laboral. Ha liderado diversidad de manifestaciones pacíficas para denunciar la explotación infantil para beneficio económico. También ha contribuido al desarrollo de importantes convenciones sobre los derechos de los niños.
Él es indio, ella, pakistaní. Él, hindú, ella, musulmana. El jurado ha querido destacar la unión de este Nobel de la Paz de dos naciones y dos religiones a menudo enfrentadas, que ha provocado graves guerras y duros enfrentamientos en la India y Pakistán.
Malala se dió a conocer con un blog en la BBC en su versión de Urdu en el que denunciaba las condiciones de vida bajo el poder de los talibanes. Tenía apenas 11 años, pero ya escribía sobre la lucha de su familia para que sus hijas fueran educadas. En octubre de 2012, se convirtió en el objetivo de los talibanes y le dispararon en la cabeza. Sobrevivió y continúa con su lucha para la educación femenina a través de su fundación.
Kailash Satyarthi, el salvador de 80.000 niños indios
En el mundo, hay 168 millones de niños que tienen que trabajar. Una situación que a menudo ha sido denunciada por las organizaciones internacionales pero que sigue siendo prevalente en los países menos desarrollados. La organización de los Premios Nobel ha querido este año premiar a Kailash Satyarthi, que desde la décadas de 1980 y 1990 lucha por esta causa. Abandonó su carrera de ingeniero para dedicarse a los más necesitados: los niños. En concreto, los que se veían obligados a trabajar en su país natal, la India.
Su sensibilidad con los más pequeños comenzó a muy temprana edad. El primer día que fue al colegio, con 6 años, quedó impactado al ver a otro niño, de su edad, que no entraba con él por la puerta de la escuela: debía quedarse fuera, trabajando como limpiabotas. Con 11 años, ya llevaba a cabo ‘campañas’ para recaudar dinero y recolectar libros de clase usados y dárselos a las familias con más necesidad.