Aprehenden a Marilyn, acusada de psiquiatra falsa
MEXICO, 18 de octubre de 2014.- Un grito sonó al reinicio de la sesión del Consejo Extraordinario del Partido de la Revolución Democrática (PRD), al filo de las 18:41 horas.
«Ángel da la cara, Ángel da la cara», reclamó un grupo de alrededor de 20 perredistas a quienes se les impidió la entrada al Salón del hotel María Isabel Sheraton donde se celebra el Consejo.
«¿Ángel Aguirre Rivero?», preguntaron algunos. Pero no, el aludido era Ángel Ávila, presidente de la mesa directiva del Consejo.
La figura de Aguirre Rivero, el gobernador de Guerrero, sobrevoló la discusión del Consejo perredista.
La Coalición de Izquierda, a la que pertenecen los Senadores Alejandro Encinas y Miguel Barbosa, pidieron que ya se separe de su cargo, ante el alargamiento de la crisis por la desaparición de 43 normalistas en Ayotzinapa, en el municipio de Iguala, Guerrero, y que ha dejado al descubierto la violencia y complicidad entre el crimen organizado y funcionarios del gobierno en sus distintos niveles.
Los que intentaron dar el portazo, frustrados gritaron al dirigente del partido Carlos Navarrete y a su corriente Nueva Izquierda (NI) conocida como Los Chuchos, que qué ocultaban.
«Queremos escuchar el debate», reclamaban.
Una de ellas, Dorisol González era de las más frustradas, tanto que hasta le dolió el estómago del coraje por no pasar, se quejaba.
A la militante perredista de nada le valió tener colgado al cuello su gafete amarillo PRD de invitada que supuestamente le daba acceso al Consejo y que si bien ella no tenía derecho a hablar, sí podía ver y no quería perderse.
«Se va a dar un debate en torno a la crisis de Guerrero pero le cierran las puertas a la prensa y a las corrientes», dijo la militante, que junto con alrededor de 20 compañeros lanzaron gritos de protesta porque les impidieron la entrada.
Expresó lo que piensa del PRD. Consideró que ya no es un partido de debate, de reflexión y de ideas.
«El PRD tiene dueños que son los líderes de las corrientes», lamentó.
Los mismos que decidieron cerrar las puertas a la prensa y a algunos militantes sobre la discusión que definirá la postura del partido sobre Ángel Aguirre Rivero, aseguró la militante.