Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
El Bosque de Chapultepec es lugar de visita obligada en la ciudad de México. Allí está el zoológico más importante del país, así como el único Palacio lmperial de América y otros muchos espacios para la cultura y entretenimiento. Sin embargo, su estrecha relación con la historia nacional se remite por lo menos hasta hace 4 mil años. Quadratín México conversó con la arqueóloga Lourdes López, investigadora del Museo Nacional de Historia, MNH, en busca de conocer algunos de los vestigios que subsisten de aquella época. “Encontramos cráneos humanos con deformaciones, cuyo fechamiento nos remite hasta el Preclásico: entre el 2500 a. de C. y el 300 de nuestra era. En la zona hallamos megafauna (prehistórica) en el actual Circuito Interior, así como en Palmas”, explica la arqueóloga. Esto se debe a su ubicación estratégica en la rivera poniente del antiguo Lago de Texcoco. Además, su riqueza de recursos naturales, que lo convirtieron en un lugar codiciado y venerado. La erupción del volcán Xitle, cerca del Ajusco provocó que quienes habitaba allí y otros lugares como Cuicuilco, Zacatenco o Tlatilco migraran al norte y fundaran Teotihuacán, cultura que dejó vestigios en el Cerro del Chapulín. Prueba de ello es un conjunto habitacional hallado en la zona. «Se excavó una ladera en 1999, tras un hallazgo de la arqueóloga María de la Luz Cabrera, labor que continúa Guadalupe Espinoza. Aunque vamos despacio porque al tiempo de descubrir tenemos que conservar lo encontrado. Es algo lento y caro para el INAH, pero no hay prisa», explica la arqueóloga. Según la investigadora, con los estudios identificaron la influencia cultural de la Ciudad de los Dioses en este sitio porque los enseres hallados tienen características similares, aunque cuentan con elementos particulares de los artesanos que las fabricaron, como un sello local.