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MÉXICO, 23 de octubre de 2014.- En 1996, Ángel Aguirre Rivero llegó por primera vez a la gubernatura de Guerrero. En aquel año militaba en las filas del Partido Revolucionario Institucional, y ocupó el cargo luego que Rubén Figueroa fue depuesto a causa de la masacre 17 campesinos en Aguas Blancas.
Poco más de 18 años después otra masacre influye en su carrera política, pero a diferencia de 1996, ahora es él quien debe abandonar la gubernatura, a la que llegó cobijado por las siglas del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
“Le ha tocado vivir los dos extremos: suplir al defenestrado Figueroa y ahora pide licencia que es el previo de su salida”, observa el investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), Edgar Cortez.
Después de 27 días de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, ocurrida en el municipio de Iguala, y con el alcalde perredista José Luis Abarca prófugo, la presión para que se produjera la salida de Aguirre Rivero provenía de distintos frentes: de familiares de los desaparecidos, quienes aún no han sido hallados; de grupos de la sociedad que han salido a las calles en diferentes partes del país a exigir el regreso con vida de los normalistas; de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), que pidieron la desaparición de poderes y la renuncia del mandatario guerrerense.
La desaparición de normalistas y su búsqueda ha dejado al descubierto la crisis de seguridad que padece el estado, donde se han encontrado fosas clandestinas de cuyos cadáveres ahí depositados se desconoce la identidad, y el gobierno federal ha tomado el control de 12 municipios, luego de detectar la infiltración del crimen organizado en sus cuerpos policiales.
Incluso, la exigencia de que se fuera Aguirre Rivero provenía de fuerzas minoritarias del PRD. Pero la corriente de Nueva Izquierda, de donde emanó el actual dirigente Carlos Navarrete, lo sostuvo en estos 27 días.
En la sesión del Consejo del sábado 18 de octubre de 2014, el órgano partidista rechazó la propuesta de las corrientes Patria Digna y Coalición de Izquierda de pedirle al mandatario estatal la separación de su cargo, ante la crisis que vivía Guerrero.
Pero Patria Digna insistió sobre el tema este jueves 23 de octubre, en voz del ex dirigente Pablo Gómez, el ex Senador Carlos Sotelo, la actual senadora Iris Vianey Mendoza y el ex asambleísta Gilberto Ensástiga.
Gómez dijo que si bien Aguirre no ordenó el operativo, sí tenía responsabilidad política en la situación de Guerrero, donde la indignación por los normalistas desaparecidos llevó a que el 22 de octubre grupos de personas hicieran destrozos en la Plaza Tamarindos, propiedad del ex alcalde Abarca y ubicada en Iguala.
Sotelo por su parte dijo que la actual crisis perredista es la peor de la historia del partido, mayor a la de los ‘videoescándalos’ o a la salida de Andrés Manuel López Obrador del PRD.
Tocó el tema de la reunión que habían tenido Navarrete y el gobernador la noche del 22 de octubre, y la calificó como una “reunión de cuates” porque a pesar de que él pertenecía a la comisión para atender el caso de Guerrero, no fue invitado.
Pero otras voces señalaron que dicha reunión fue para avisarle a Aguirre que el partido lo exhortaría a dejar el cargo. La suerte del guerrerense estaba echada. El periodista Joaquín López-Dóriga informó que la solicitud de licencia sería anunciada pronto.
La senadora Iris Vianey Mendoza explicó a Quadratín que el Comité Ejecutivo Nacional, CEN, se reuniría a las 17:00 horas para redactar un exhorto a Aguirre Rivero para que pidiera su licencia, y una hora después en conferencia de prensa Navarrete lo leería. Entonces con ese trámite, el todavía gobernador podría anunciar que solicitaba la licencia y se le daba con ello una salida política.
Pero el mandatario guerrerense se adelantó y poco antes de las 18:00 horas dio a conocer la decisión. Con un rostro desencajado, expresó que la decisión era para favorecer un clima político que atendiera y solucionara los temas prioritarios en la entidad.
“No me voy a ir ni como asesino ni como delincuente. No me voy a ir por los opinotecnócratas, quienes desconocen nuestra realidad”, dijo, sin dar a conocer por cuánto tiempo será su licencia al cargo.
“En este escenario de tragedia me niego a que el debate público se centre en que si el gobernador debe o no permanecer en el cargo. La prioridad debe ser continuar con la búsqueda de los estudiantes desaparecidos y que los responsables sean castigados”, señaló.
Lejos ya se veía el 9 de octubre en que Aguirre ofreció someter la permanencia de su cargo a una consulta popular.
Navarrete por su parte dio su conferencia alrededor de 15 minutos después de lo programado. Leyó el pronunciamiento del CEN perredista y afirmó que el PRD está del lado de las familias de los estudiantes desaparecidos, a favor de que se haga justicia y de fincar responsabilidades a los culpables de las desapariciones forzadas.
“Para facilitar lo anterior el PRD ha demandado al gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero a que presente al Congreso del estado la licencia para separarse del cargo y pedimos a los diputados guerrerenses de todos los partidos el nombramiento de una persona que asuma el Poder Ejecutivo, reorganice al gobierno del estado, abra los canales de diálogo con la sociedad guerrerense y se sume a las investigaciones para encontrar a los jóvenes y fincar responsabilidades”.
Ofreció que Aguirre Rivero a pesar de su licencia en el cargo, estaría disponible para contribuir a las investigaciones y el esclarecimiento de los hechos.
La solicitud de licencia se da la misma semana en que PRI solicitó la renuncia de Aguirre Rivero al cargo, y cuando miles de personas salieron a las calles a expresar su indignación por la desaparición de los normalistas y entre sus demandas estaba la renuncia del gobernador de Guerrero.
Insuficiente
El presidente del PAN, Ricardo Anaya, dijo que la decisión de Aguirre Rivero fue la correcta, aunque “no representa la solución definitiva al problema”.
El especialista en derechos humanos, Edgar Cortez coincidió en ese sentido. “No creo que ayude pues el cambio de persona deja igual las estructuras que han generado la impunidad”.
Agregó que la solicitud de licencia podría significar sólo un castigo político para Aguirre Rivero, y no jurídico.
“Sobre todo porque podría argumentar la autonomía municipal (de Iguala, donde ocurrieron las desapariciones). Hubiera sido mejor que permaneciera para responder de sus acciones y omisiones”.
Lo que sigue
La interrogante que ahora viene es quién ocupará de manera interina el cargo de gobernador. La decisión pasará por el Congreso del estado.
Después del pronunciamiento de Navarrete, el Senador Armando Ríos Píter, aspirante a la candidatura a la gubernatura que se disputará en 2015, descartó que él pudiera ser interino, ya que en este momento se requiere un perfil ciudadano.
Un nombre que ha emergido es el de Beatriz Mojica, actual secretaria de Desarrollo Social del gobierno del estado. Forma parte también de la corriente de ‘Los Chuchos’.
En cuanto a la situación del estado, relacionada con los estudiantes, el senador Miguel Barbosa consideró que “las noticias dolorosas”, podrían fluir más rápido.