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MÉXICO, DF, 31 de octubre de 2014.- La Malinche de San Bernabé, El Caporal de la Unidad Habitacional El Rosario, La Llorona de Cuitláhuac, El Jinete Sin Cabeza de San Fransisco Xocotitla, La Dama de Blanco de la Casa de la Cultura y Las Brujas de Santa María Malinalco, son algunos de los personajes que describen las Leyendas que se mantienen preservadas en textos por el consejo de Cronistas de Azcapotzalco, se informó en un comunicado.
Cuentan que en el Barrio de San Bernabé, existía un ojo de agua cristalina en el que habita un personaje femenino, una hermosa silueta era vista por aquellos que se atrevían a visitar el lugar. Se le vislumbraba bañándose y peinando su larga cabellera, enamorando a cualquiera; más al encontrarla de frente, el mirar su rostro de la hermosa dama se transformaba en la imagen demoniaca de un caballo que les sonreía sardónicamente.
En la Casa de la Cultura, antiguo Palacio Municipal de la región, trabajadores aseguran que por las noches se aparece una dama vestida de blanco. Ellos cuentan que la mujer camina por sus pasillos deambulando intempestivamente, se pasea por las escaleras y jardines. No se sabe la razón por la que cual es vista esperando sentada en el árbol retorcido que existe en el fondo del lugar, pero aseguran que después de unos minutos se esfuma a través del muro que divide a la parroquia.
En la antigua Hacienda de Careaga, cada madrugada cabalgaba El Caporal a toda velocidad, este jinete era apreciado por los lugareños, quienes lo observaban correr en su hermoso caballo por los campos de maíz, cebada y frijol. La leyenda sigue viva en ese lugar, que ahora se le conoce como la Unidad Habitacional El Rosario, en la que paseantes aseguran seguir viendo al “El Caporal” cabalgar a la media noche.
La leyenda cuenta que en el manantial de Xancopica, que se localizaba al poniente de la Unidad Habitacional Cuitláhuac, se aparecía una misteriosa mujer vestida de blanco, levitando en los alrededores, gritando por la pérdida de sus hijos, y que atraía a los hombres al fondo del manantial, mientras que en el Barrio de Santa María Malinalco en la calle de Cuatotonque, la leyenda dice que han aparecido brujas verdaderas, así como las pintan en los cuentos, montadas en su escoba volando, con el pelo suelto y la nariz ganchuda.
En la zona del Paseo de los Ahuehuetes, en el pueblo de San Juan Tlihuaca existían siete sabinos gigantes con un manantial al pie de ellos, en el cual, personajes como el General Porfirio Díaz, iban a refrescarse. Estos sabinos, entre sus misterios, en las temporadas altas de calor emanaban cierto tipo de sudor de sus hojas, el cual no era ni brea, ni resina, sino dulce miel, que era disfrutaba por quienes descansaban bajo sus sombras. De igual forma se decía que muchas almas deambulaban a las orillas de su manantial y, era conocido el temor de los hombres por acercarse al sitio.
Estas leyendas han sido preservadas por el Consejo de Cronistas de Azcapotzalco y compiladas por José Antonio Urdapilleta Pérez y María Elena Solórzano Carbajal.