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MÉXICO, DF, 9 de noviembre de 2014.-Luego de siete días de camino y 195 kilómetros recorridos, la marcha #43×43 que partió de Iguala, Guerrero, en demanda de la aparición con vida de los estudiantes normalistas desaparecidos, arribó pasado el mediodía al zócalo capitalino.
Ahí, los manifestantes -quienes fueron recibidos por cientos de personas- exigieron, además de la presentación con vida de los jóvenes, investigar de quiénes son los cadáveres aparecidos en las fosas.
El vocero del movimiento #43×43, José Alcaraz, integrará un registro ciudadano de desaparecidos y que en los próximos días se dará a conocer un sitio de internet para agrupar la información.
“La violencia sólo genera más violencia. La mayoría de los ciudadanos queremos la paz y por eso exigimos al Estado que asuma su responsabilidad política”, expresó José Alcaraz García, vocero del Movimiento “#43×43. Ni un desaparecido más”, durante el mitin celebrado en el Zócalo capitalino, desde donde lanzó una invitación para construir un padrón nacional de desaparecidos e integrar una agenda ciudadana con el apoyo de todas las asociaciones civiles que ya trabajan para construir un México mejor.
Alcaraz García anticipó que el movimiento al que representa rechaza la violencia como método de lucha para transformar la realidad del país, “43×43 le apuesta a la paz, porque es con paz, con seguridad y justicia que podemos trascender”, arengó y exigió a la PGR que continúen las investigaciones para definir si existen más fosas clandestinas, porque Iguala no es un caso aislado, sino el reflejo de lo que ocurre en todo el territorio nacional y los 43 jóvenes son un ejemplo que debe seguir vivo.
También reiteró que demandan la renuncia «del que se cansa», es decir, del procurador general de la República, Jesús Murillo Karam.
Durante su intervención en el Zócalo, Alcaraz García subrayó el miedo que domina a todo el país al no saber dónde está el límite entre el poder público y la delincuencia, ante una descomposición terrible, donde sólo la sociedad podrá modificar la situación del país, por ello consideró necesario que los ciudadanos tomen en sus manos algunas tareas relegadas por el Estado, como la integración de un listado con nombres y fotografías de los desaparecidos.
«Queremos darle rostros a las cifras. Estamos convocando a la sociedad a construir un padrón ciudadano de desaparecidos, queremos saber cuántos de los nuestros no están. Necesitamos que todos quienes han sufrido la desaparición de un familiar, de un ser querido, lo sumen a esta gran lista, para poder exigirle al gobierno que nos dé respuesta por cada uno de ellos», convocó Alcaraz, quien adelantó que en los próximos días darán a conocer un sitio en internet donde se construirá el listado ciudadano de desaparecidos.
«México sufre la tiranía porque lo permitimos, porque nos quedamos con los brazos cruzados», advirtió.
Durante su participación en el mitin, el periodista Virgilio Caballero sostuvo que los 43 normalistas desaparecidos no son las únicas víctimas de la crisis que se vive en el país, pues a ellos se suman los 28 mil desaparecidos «que no tienen nombre».
Añadió que la desaparición de los 43 estudiantes guerrerenses es «un crimen que confirma que no existen aparatos jurídicos para defender los derechos humanos» ni para garantizar el derecho a la existencia.
De manera puntual, el periodista propuso convertir «en una bandera de lucha» el juicio al presidente Enrique Peña Nieto por traición a la patria, pues incluso, dijo, ya existe una acusación penal en contra del mandatario por dicho motivo.
Además, pidió «profundizar» la democracia exigiendo el derecho a revocar el mandato a los funcionarios públicos que no cumplan con sus obligaciones.
«Fuera los que traicionan en cuanto se suben al poder», resaltó.
El contingente partió poco antes de las nueve de la mañana de la iglesia de San Agustín de las Cuevas, en el centro de Tlalpan, donde los manifestantes expresaron que «se trata de una marcha de paz pero que exige justicia» y reiteraron su desconfianza ante la versión oficial sobre el destino de los jóvenes.
Al grito de «!Justicia!», «!Fue el Estado!» Y «!Fuera Peña!», la marcha avanzó por la calzada de Tlalpan hasta llegar a 20 de noviembre para terminar en la plancha del zócalo capitalino.
A lo largo del camino la ciudadanía dio muestras de solidaridad, al esperarlos en diversos puntos con botellas de agua, fruta y otros refrigerios.
La caminata partió el lunes 3 de noviembre de Iguala, Guerrero, e hizo escalas en Buenavista de Cuéllar, en el mismo estado, y luego en los municipios morelenses de Amacuzac, Xochitepec, Cuernavaca (donde fueron recibidos por el poeta Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad) y Tres Marías, para llegar a Tlalpan, en el Distrito Federal.