Dejan en prisión a Marilyn Cote, acusada de psiquiatra falsa
MÉXICO, DF, 11 de noviembre de 2014.- A partir del supuesto de que la juventud “es el mejor indicador de la realidad”, el comité dictaminador de la audiencia trans-temática Destrucción de la juventud y generaciones futuras del Capítulo México del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) determinó que en el contexto mundial del libre comercio, “la juventud es mercancía; es objeto y no sujeto de derechos”.
Tras dos días de reunión en los que se presentaron más de 70 testimonios y casos graves de violaciones a derechos humanos que afectan a la juventud y las nuevas generaciones en México, el jurado –conformado por Carlos Martín Beristain, Daniel Gimenez Cacho, Graciela Daleo, Gianni Tognoni y Marcelo Dias Carcanholo- concluyó que la introducción del libre comercio en México “ha ido destruyendo a la industria y agricultura mexicana y ha implicado la precarización de las condiciones de trabajo y de bienestar de las personas en México, con implicaciones especialmente destructoras en la juventud”.
El predictamen, que será presentado esta semana en la audiencia final del TPP –en el Centro Universitario Cultural- también sostiene que en la última década México ha vivido una aceleración del impacto de la violencia concentrado especialmente en la población joven y que hipoteca el futuro de la sociedad.
“De forma sistemática hemos escuchado, de las víctimas, historias de desprecio que tienen un hilo común en la respuesta de numerosos funcionarios y agentes del Estado que muchas veces minimizan el problema, aconsejan a los familiares no seguir adelante o dejar las cosas como están, cuando no le dan vueltas a las cosas sin ningún avance o en algunos casos lanzan mensajes que son parte de la amenaza”.
Y alerta: “Mientras, crece la indignación y la desconfianza. El mismo Estado pierde su legitimidad y socava su compromiso fundacional de responder a las necesidades de la gente y de ser el garante de sus derechos”.
Añade que “también el futuro se vende cuando se toman decisiones limitando o mercantilizando los derechos a la salud o la educación, cuando se privan los servicios, cuando se hacen más precarias las condiciones de vida y de trabajo.
“Las condiciones de exclusión y precariedad afectan especialmente a las posibilidades de futuro en un presente que ahoga sus vidas y esperanzas, también aumenta las condiciones estresantes de vida en los procesos de socialización, la educación o la cultura”.
También advierte que estas condiciones de exclusión han llevado a un fenómeno de migración colectiva que afecta especialmente a los jóvenes al ser quienes tienen más posibilidades de inserción en los mercados laborales del norte “y a la vez expropia a México de una humanidad convertida en capital de inversión para las economías desarrolladas, mientras los jóvenes son agredidos y convertidos en mercancía a la cual se le desprecian sus derechos, pasan a manos de redes de un tráfico de personas a gran escala que no puede darse sin la colaboración de agentes del Estado y autoridades de diferentes territorios”.