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MÉXICO, DF, 7 de diciembre del 2014.-Mónika Rojas es una joven actriz mexicana, que cuenta ya con algunos años de experiencia en la televisión, medio donde comienza a hacerse de un nombre y una reputación. También tiene inquietudes por ingresar al mundo de la producción, área en la que tiene estudios profesionales.
Actualmente se encuentra en un punto de su carrera en el que busca compaginar estas dos actividades, complementarias entre sí, mientras logra, tal como lo explica en entrevista con Quadratín México, averiguar si hay forma de optar por alguna de las dos profesiones.
“Soy comunicóloga y cuando me titulé entré en una casa productora, pero mi prioridad fue la actuación. Desde hace cuatro meses entré a la producción en línea en un largometraje, en este afán de combinar las dos profesiones”, explica la guapa actriz mientras dibuja una bella sonrisa que ilumina un mediodía brumoso en la colonia Condesa, de la capital del país.
“Descubrí que es una manera de que el medio sea un poco más justo, de crear nuevas fuentes de empleo, y de paso, mi propia fuente de empleo. Estamos en ese proceso, dando los primeros pasos, creo que con mucha tranquilidad.
“Estoy en una productora bien estructurada que se llama Con Pasión Films y sus objetivos son levantar sus propios proyectos para cine, así como la renta de equipo para otras casas y la publicidad. Buscamos producciones diferentes”, explica, sobre su incipiente incursión laboral detrás de las cámaras.
En este breve tiempo Mónika se ha percatado de lo complicado que puede ser el producir cine en nuestro país:
“Son muchos eslabones en los que hay que trabajar. Podríamos quejarnos de los requisitos con los que las distribuidoras o exhibidoras hacen los acuerdos con los productores, porque resulta a veces muy poco justo para el cine mexicano. Pero estas grandes cadenas tienen atrás a monstruos como Universal o Fox”, dice y agrega:
“Pero más allá de dejarnos una o dos semanas más, o si se distribuyen dos películas mexicanas contra ocho gringas, lo importante es que la gente no va al cine, ése es el problema. Los exhibidores cumplen con su función de generar empleo en México. Es mejor motivar a que la gente vaya a la sala y se dé la oportunidad de conocer lo que se hace”, lamenta la actriz.
Aunque indudablemente hay pocas oportunidades para los realizadores mexicanos, esta situación favorece la realización de cintas de alta calidad, pues en opinión de la entrevistada, sólo las mejores películas son proyectadas:
“Si la gente va a las salas pueda criticar, pues la paga y el film está mal hecho, se puede quejar y en la medida que la persona critique habrá una exigencia mayor porque todos los involucrados harán su trabajo de lo mejor posible. Además aquí la formación profesional es muy buena, tenemos la mejor escuela de cine en América Latina, el Centro de Capacitación Cinematográfica”, asegura.
Un ejemplo es el reciente éxito que han tenido realizadores y actores de nuestro país en Hollywood o una constante tradición de fotógrafos cuyos encuadres han tenido gran éxito en ‘la Meca del cine’, como Rodrigo Prieto o Emmanuel Lubezki. “Entonces es cosa de ser consistentes, eficientes, y como sociedad, ayudar a que la gente apoye al cine mexicano”, considera Mónika, quien en sus ademanes suaves pero firmes, manifiesta esta confianza.
Pasión de ambos lados de la lente
Mónika Rojas ha trabajado con grandes maestras de la actuación como Patricia Reyes Spíndola y ha hecho teatro (infantil en sus inicios), así como cine y televisión. Desde los 13 años, explica, “supo que quería dedicarse a los escenarios, estimulada por sus padres. Sin embargo, fue al iniciar sus estudios universitarios cuando probó el mundo de la producción y, actualmente ha decidido realizar ambas actividades simultáneamente.
“Estudié la carrera muy joven, terminé la prepa junto con la carrera de actuación. Me dije: ‘Me hace falta algo’ e inicié la carrera en Comunicación, mientras que todos esos años hice teatro estudiantil para saciar el ego y al terminar decidí que mi prioridad absoluta era la actuación”, explica.
Esta elección llevó a Mónika a participar en diferentes proyectos de televisión, donde ha logrado hacerse de un nombre. Inició en Canal Once en producciones como Bizbirije, donde trabajó cerca de cuatro años, Futboleros y El Show de los Once. De ahí saltó a Televisa a series como La Rosa de Guadalupe y telenovelas. En el último año apareció en dos: El Color de la Pasión y Quiero Amarte, en ambas, con personajes constantes durante toda la serie.
“Justamente cuando termino El Color de la Pasión doy el paso para producir la película que se llama Mi Mariachi, una producción independiente. Es la historia de un chico cuyo padre y su abuelo han sido mariachis. Y cuando está por titularse, se adentra al mundo del mariachi y rescata el cortejo por esta vía. Es una historia de amor, con el mensaje de qué quieres hacer, por qué, qué te apasiona”, narra Mónika.
“Esperamos que salga en el 2015 porque ahora está en postproducción y salen Paty Reyes Spíndola, Alonso Echánove, Jorge Adrián Spíndola quien es director y protagonista; está Paulina Gaytán, Ignacio Guadalupe, Jorge Luis Moreno y Julio Escalero y yo, como elenco base”, concluye.