Escenario político
Histórico
Será en la Habana donde caiga el último ladrillo del muro de Berlín; donde se libre la última batalla de la guerra fría.
Los verdaderos alcances del acuerdo diplomático entre Estados Unidos y Cuba se verán a partir de enero, cuando ambos países inicien negociaciones formales.
Por lo pronto, el inusitado diálogo entre Barack Obama y Raúl Castro, representa un punto y aparte en la tormentosa relación de más de medio siglo entre Washington y la Habana.
“Hemos esperado con la paciencia de Job y la sonrisa de la Gioconda», habría dicho alguna vez el comandante Fidel Castro ante el acoso gringo.
El embrago estadunidense a la isla de Cuba ahogó a la economía; llevó al único reducto comunista del continente a una larga agonía, soportada apenas por el subsidio de Moscú y en los últimos años de Caracas. Para los cubanos, en cambio, el bloqueo fue soporte porque alimentó el mito del régimen revolucionario al cual no pudo derrocar … y golpes que no matan, fortalecen.
Como sea, desde el inicio del bloqueo Cuba fue símbolo de resistencia estoica frente al capitalismo voraz del imperialismo yanqui. Sin el acoso de Washington –promovido por el exilio en Miami y la derecha radical– quien sabe si la dictadura hubiese durado mucho.
La nueva realidad es apenas esbozo de una verdadera apertura. La instalación de embajadas –sin embajadores– la liberación del tránsito de estadunidenses a la Isla, la apertura de transacciones económicas y la revisión de la designación de Cuba como promotor del terrorismo pintan como incentivo para el gobierno de la Habana. Fidel Castro–detrás del hermano– lanza un guiño al aceptar la presencia de observadores internacionales en materia de derechos humanos a cambio de un tanque de oxígeno ante las sombrías y expectativas políticas y económicas. Hasta antes del anuncio, Cuba estaba desesperada.
Pero hay que ser claros, el primer paso dado por Barack Obama no implica el retiro automático de las restricciones históricas. El ominoso embargo estadunidense debe pasar primero por el Congreso de mayoría republicana, lo cual se vislumbra inviable en el futuro cercano.
Como se esperaba, el impacto mundial de la noticia fue minimizado por la oposición de ambos países. El partido Republicano, y el ala demócrata ligada a los intereses de la comunidad cubana en la Unión Americana, ven como una traición la jugada audaz del presidente Obama. El diario The Washington Post lo explica de esta manera: «Obama puede seguir afirmando que ha desmantelado una política fallida de más de 50 años; lo que ha hecho realmente es darle nueva vida a un régimen totalitario fracasado”…
En Cuba, quienes enfrentan a Fidel Castro y su dinastía acusan el inicio de una maniobra diseñada para construir una transición a modo de la clase dominante…
El hecho importante en este momento es que la relación Cuba-EU ha entrado en un proceso de deshielo… y noticias como esta sólo ocurren cada cincuenta años.
EL MONJE LOCO: Y tampoco faltará quien alabe a Obama por empeñarse en abrir las rejas de una enorme cárcel…
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