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MÉXICO, DF, 29 de diciembre de 2014.- Los enfrentamientos y agresiones que se vivieron en las marchas de los últimos meses en la ciudad de México evidenciaron la falta de sensibilidad por parte de los policías, así como de los autodenominados anarquistas, lo que provocó que este 2014 se convirtiera en el año con mayores detenciones arbitrarias en la historia.
La especialista en seguridad de la organización México Evalúa, Edna Jaime, los efectivos policiacos cayeron en el juego de un grupo de personas que se dedican a violentar manifestaciones pacíficas o, en su caso, provocar a la multitud para que logren el objetivo de desestabilizar una exigencia social.
“La cuestión de reventar marchas es algo que ya se tiene de años atrás, pero si vemos la violencia con la que ha crecido, sobre todo en este año, puedo decir que el cometido de los llamados grupos de choque, es desestabilizar una exigencia social como es pedir justicia”, dijo y agregó:
“Es importante señalar que los policías fueron el blanco principal de las agresiones, tanto verbales como físicas, lo cual provoca que al momento de que ven como es agredido uno de sus compañeros reaccionen de manera violenta. No se justifica pero es una acción natural, lo que no es excusa es que detengan al primero que se les cruce”, aseguró.
Las detenciones en los enfrentamientos que se dieron el 20 de noviembre en el Zócalo capitalino y Paseo de la Reforma el 1 de diciembre, apuntaron a que la orden de los efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública del DF (SSPDF) era de culpar a quien fuera de los hechos.
Jaime comentó en entrevista para Quadratín México que los jóvenes encapuchados que asisten a las manifestaciones llevan la consigna de golpear, insultar y, en algunos casos, robar establecimientos o a representantes de los medios.
“Las aprehensiones que logran los uniformados son, en primer término, para cubrir una cuota, para poder sustentar un operativo que exige llevar detenidos ya que al no hacerlo no habrán cumplido con su trabajo, en segundo punto, un elemento recibe un bono extra por estas acciones, digamos es un incentivo”, señaló.
Dijo que “hemos notado que los jóvenes encapuchados buscan romper el orden, enfrentarse con los policías y tener el pretexto para iniciar la destrucción de comercios, agresión a los medios y acto seguido robar los locales. Eso es lo que buscan como una prioridad”, dijo.
“Marchas pacíficas no deben ser pretexto para violencia”
María Elena Morera, presidenta de la organización Ciudadanos por una Causa en Común A.C. indicó que la violación de los derechos humanos en las manifestaciones se repiten de manera “normal”.
Además que varios protagonistas se dedican a demostrar estos casos de dejar a un lado el respeto por la integridad, tanto de manifestantes como de policías que participan en estos eventos.
“La situación de estas marchas se ha transformado, antes salías a la calle para exigir algo, ahora lo que sucede es que se usan como un pretexto para pegarte y violentar los derechos humanos, de vejar a aquellas personas que tienen un bien común o de apoyar una cierta causa social.
“Es necesario que los policías sean la muestra clara de cómo guardar un poco la calma y de respetar los derechos humanos de los participantes, ellos deben poner ese ejemplo porque las marchas pacíficas no deben ser el pretexto ideal para que se de la violencia en las calles”, señaló Morera para Quadratín México.
La activista dijo que es poca la educación y sensibilidad de los uniformados para actuar en momentos críticos, por lo que recordó que desde hace años atrás se propuso al Gobierno del Distrito Federal (GDF) que comenzarán esas clases para evitar los sucesos que han dejado una mala imagen en lo que se refiere a protestas sociales.
“Al terminar la administración de Marcelo Ebrard nos acercamos al GDF porque lo que sucedió el 1 de diciembre de 2012 nos dejó claro que las manifestaciones estaban mutando con un toque de agresividad inusual.
“Desafortunadamente no pasó a más, nos escucharon, pero no pasó nada más, el resultado es que este año vimos la violencia en su máxima expresión, en contra de policías, de manifestantes, medios de comunicación, contra todos, eso nos ha llamado la atención porque se rompe el verdadero objetivo de lo que significa una marcha”, comentó.
Ambas especialistas llegaron al acuerdo de que se necesita un manual especializado en acción policiaca para atender manifestaciones y el tratamiento de movimientos masivos.
Además de que la condición de derechos humanos debe ser tratada y explicada por la autoridad competente para delimitar hasta dónde pueden exigir y hasta dónde no pueden alterar la paz.