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MÉXICO, 31 de diciembre de 2014.- Las manifestaciones en solidaridad con los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotizinapa en el Distrito Federal han puesto a prueba a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), presidida por Perla Gómez Gallardo.
Ante las acusaciones de violaciones de derechos humanos de parte de elementos policiacos durante las manifestaciones, el desempeño del organismo capitalino defensor de derechos humanos ha sido discreto, considera el director del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), Edgar Cortez.
“Ha habido muchísimas marchas y en todas ellas ha habido el tema de la policía del DF y federal violentando a manifestantes usando como pretexto la aparición de encapuchados para agredir y detener de manera arbitraria a gente inocente, y no se ha visto un papel relevante de la CDHDF y se hace más evidente con el cambio en la comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), de la cual se empieza a ver una actuación más activa en las últimas movilizaciones, los de la nacional hacen valla para evitar confrontación con la policía, es una actuación más activa que pasiva”, critica.
Incluso el coordinador de Comunicación Social del IMDHD, Jesús González, constató el 20 denoviembre la pasividad de integrantes del ombudsmóvil, quienes tenían su vehículo detenido en avenida Juárez, mientras manifestantes eran desalojados del Zócalo capitalino, tal como consignó Quadratín el 23 de noviembre.
Para Cortez, la comisión capitalina actúa así porque su titular llegó al cargo con el visto bueno del jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Miguel Ángel Mancera.
“Incluso en el caso nuestro un compañero en la marcha del 20 de noviembre que fue agredido por policía y encontraron un ombudsmovil dieron apoyo del personal y encontraron respuesta nula y sólo remitieron a la página [de internet] y en ese sentido el riesgo que se anunciaba era un nombramiento que provenía del GDF de una presidenta muy plegada a quedar bien, a complacer al jefe de gobierno y olvidándose de los derechos humanos”.
De acuerdo con Cortez, la presidenta actúa sin autonomía.
El 11 de diciembre Gómez Gallardo explicó durante una reunión con medios de comunicación que una de las novedades de su gestión es el acompañamiento de manifestaciones y la presencia de las camionetas llamadas ombudsmóviles.
Admitió que las manifestaciones han adoptado modalidades nuevas, tanto por la presencia de madres de familia que llevan a sus hijos en carreolas, como por la violencia que generan algunos grupos al términode las manifestaciones. Agregó que esto es un reto para la comisión.
“Ahora vemos un nuevo fenómeno donde al final de las manifestaciones y ante la ausencia de la autoridad generan hechos de violencia, de daño a patrimonio y a las personas que quedan en medio, que se van retirando; falta una cuestión coordinada de autoridad muy cuidada pero no omisa. Porque se puede mandar mensaje de impunidad, no implica que si se está cometiendo un delito en flagrancia puedan ser detenidos. Nosotros acompañamos como se lleva a cabo detención”, dijo.
Asimismo, durante su comparecencia ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) el 4 de diciembre de 2014, defendió su trabajo. Ahí presumió que la comisión llevaba 14 recomendaciones a autoridades capitalinas, que sehabía brindado acompañamiento en más de 95 movilizaciones en la ciudad y que los ombudsmóviles habían recorrido 14 mil 502 kilómetros del 5 de noviembre de 2013 al 28 deoctubre de 2014, y en su visita solicitó un aumento de 12 por ciento para lograr su mínimo de operación.
Al respecto Cortez no desestima los números, pero reitera que le hace falta autonomía y rumbo a la CDHDF.
“Finalmente son números, pueden ser ciertos pero en realidad no se construyó una comisión para que haga cosas que no se sabe a dónde van. ¿De qué han servido esas acciones para proteger los derechos humanos? Son cosas que no contribuyen a que tengamos a una CDHDF autónoma, fuerte y sobre todo efectiva, muchos de estos números no dan cuenta de una institución fuerte y que incida. Hace cosas sin duda y no significa que haya contribución”, expresa.
“No hay que olvidar que aunque la CDHDF tenga autonomía eso no significa que suceda en automático, sólo se logra en función del trabajo efectivo y con convicción de independencia y vemos una presidencia en concordancia con oficina el GDF”, advierte.
Durante su reunión con los medios de comunicación el pasado 11 de diciembre, la presidenta aceptó que todas las dependencias necesitan recuperar la confianza de las personas, entre ellas las propias comisiones de derechos humanos.
“Es más importante recomponer la confianza de las personas hacia instituciones y que sepan que sí somos contrapesos y es importante que sepan que sí estamos presentes.
“Sí me preocupa que ante el desencanto y la situación de frustración que vive el país vengan voces que digan que las comisiones de derechos humanos y al rato salga de un plumazo reforma que nos debilite, ahí tenemos que estar más claros con nuestro trabajo, ahí está, el blindaje que debemos generar es con nuestro trabajo”, aceptó.