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PARÍS, Francia., 7 de enero de 2015.- Los dos sujetos armados y encapuchados que atacaron la sede del semanario satírico francés Charlie Hebdo en París, dejando 12 muertos y 11 heridos, entre ellos cuatro graves, han sido identificados por la policía francesa, según información de la agencia Reuters y el rotativo Le Monde.
Ambos tendrían 32 y 34 años, más otro sospechoso de 18, que sería el conductor del coche donde se dieron a la fuga, después de un tiroteo de 10 minutos, en el que asesinaron a 10 trabajadores del seminario, entre ellos el director Stéphane Charbonnie y los periodistas y caricaturistas Cabu, Tignous, Wolinski y Bernard Maris.
Entre las víctimas, que estaban reunidas en consejo de redacción cuando irrumpieron los terroristas, hay dos periodistas más de los cuales se desconoce de momento su identidad, y dos policías que custodiaban a Charbonnie y a las instalaciones, debido a las amenazas y ataques que habían recibido por parte de islamistas radicales.
La dibujante Corinne Rey ‘Coco’, que presenció el ataque de los agresores debajo de su escritorio, relató que los encapuchados hablaban un perfecto francés y que se reivindicaban ser del grupo terrorista AlQaeda.
En 2011, el Charlie Hebdo, sufrió un ataque con bombas molotov sin heridos, debido a la reproducción gráfica de Mahoma, en varias viñetas y portadas del seminario, haciendo mofa del fundamentalismo e integrismo islámico. En la religión musulmana, representar la imagen del profeta como de otras figuras religiosas, está considerado una ofensa.
La última portada está dedicada al polémico libro Sumisión, del escritor fracés Michel Houellebecq, que describe un futuro de Francia en el que su presidente es un musulmán. «Las predicciones del mago Houellebecq: en 2015, pierdo los dientes; y en 2022, hago el Ramadán». El último tuit publicado por la revista es una caricatura del autoproclamado jefe del Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, acompañado del comentario «meilleurs voeux» (los mejores deseos).
“Es un acto excepcional de barbarie”, declaró el presidente francés François Hollande en el lugar de los hechos, a donde acudió acompañado por el ministro del Interior, Bernard Cazaneuve. El jefe del Estado convocó una reunión excepcional del Gobierno, que elevó al máximo nivel la alerta antiterrorista. Los medios de comunicación, los grandes comercios y los transportes públicos han visto reforzada su protección.
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