Declaraciones de México y Oaxaca/David Colmenares Páramo
El 7 de junio de este año se realizarán los comicios locales. Y el circo, el show de los trapecistas y chapulines ha empezado con un espectáculo tragicómico. Unos brincan y otros saltan, o quieren saltar, de un puesto de elección popular a uno más. Y así, en una tarea sin fin, permanecer con el hueso en la boca hasta el final de sus días.
Inicialmente 14 de los 16 delegados que administran las demarcaciones del Distrito Federal habían anunciado que dejarían las obligaciones encomendadas por la ciudadanía para buscar ser asambleístas. Todo bajo la mirada complaciente y benévola del jefe de gobiernó Miguel Ángel Mancera –al fin, la vida en rosa en nuestra ciudad–. El movimiento de piezas le resultaba sumamente conveniente, pues desde la administración central y con la mano de hierro de su secretario de gobierno, Héctor Serrano, el control de las delegaciones sería más fácil pues quedarán en manos de segundos o hasta de terceros sin peso específico.
Para la contienda por las delegaciones políticas en las que está dividida la capital participaran probablemente diez partidos políticos, sí diez, mismos que contenderán para integrar la nueva asamblea de representantes. Mucha caballada para tan poca pradera.
Los gastos de campaña, para una lucha que desde ahora puede pronosticarse para donde se definirá, son excesivos: 490 millones 99 mil pesos. Los analistas consideran será el fin del PRD que no podrá ni retener su bastión Iztapalapa, luego de la triste exhibición de su delegado, Jesús Valencia, quien en estado inconveniente chocó una camioneta prestada por una empresa privada a la que se ha beneficiado con obra pública.
Por si fuera poco salió a la luz que el señor no vive en su demarcación -¡cómo si están bien jodida!—sino en el Pedregal de San Ángel, donde posee una casona valuada en 9.5 millones de pesos. Y éste chapulín quiere brincar de la delegación a la Asamblea.
En estas próximas elecciones, que por las largas filas en los módulos del INE se pensarían serán muy concurridas – la verdad es que las colas son por tener el documento actualizado para diversos trámites y no por un fervor democrático–, el partido amarillo dejará de tener la hegemonía en la capital. Su descredito ante la ciudadanía por diversos actos de corrupción entre sus integrantes y hasta de complicidad con alcaldes involucrados con el crimen organizado lo dejará en no menos que el cascarón.
Serán los Morenos quienes les arrebatarán muchas posiciones y posiblemente los tricolores en la confusión también les ganen en presencia en la Asamblea y hasta obtengan en una que otra delegación.
De las tres principales fuerzas del país, los panistas poco podrán salvar y en riesgo está su delegación histórica: La Benito Juárez. Jorge Romero, su delegado quien también tiene genes de chapulín quiere ser asambleísta, pero la entrega de la demarcación a las constructoras, la caída en la calidad de los servicios –que otrora eran considerados como del primer mundo—y la exhibida de sus funcionarios en Brasil, donde fueron encarcelados por manosear a una mujer, no le auguran un final feliz como diputado local.
El hecho de que 14 de los 16 delegados se vayan a nueves meses de concluir sus tareas, en un espectáculo que la ciudadanía ve como degradable, lleno de cinismo y valemadrismo, nos lleva a la pregunta de si son necesarios, pues el mismo Mancera ha dicho que no habrá afectaciones en las tareas de administrar las demarcaciones. Según nota de primera plana de un diario nacional, al final seis delegados “reventaron” un acuerdo con el jefe de gobierno de dimitir en bloque antes del 18 de enero para buscar un hueso, perdón, un nuevo cargo. En esa reunión dejaron claro que aspiran a una curul plurinominal de tal forma que se irán hasta el 6 de marzo y no el 18 de enero como estaba previsto.
Y pese a que la caballada perredista está más que puesta en busca de curules y delegaciones, pues nada menos que 616 integrantes de éste partido han brincado (como chapulines) en el proceso interno del PRD, sólo hay 56 cargos a sus aspiraciones. Los números hasta ahora conocidos indican que 96 amarillos pelearan internamente la postulación para 16 delegaciones. Las más peladas con Álvaro Obregón, Coyoacán –dónde Mauricio Toledo ha sido muy impugnado por la ciudadanía coyoacanense–, Cuauthémoc e Iztapalapa. Obvio, pues son las demarcaciones que más billete generan.
Y aunque desde la misma dirigencia nacional del PRD se les ha señalado que esas decisiones “abonan a la idea de que los políticos sólo utilizan los puestos públicos como peldaños a sus aspiraciones personales”, delegados y asambleístas hacen caso omiso y se muestran listos para brincar, saltar o lo que sea para pasar de un cargo a otro. Veremos si la ciudanía se los permite, pues mientras la cifra sobre el posible abstencionismo el 7 de junio creció en tres meses en un 13 por ciento, al pasar del 24.9 por ciento al 38 por ciento.
Y si de números hablamos, la encuesta de otro diario nacional revela que en esos tres meses el PRD ha perdido en la preferencia del voto un once por ciento, al pasar de 29.1 por ciento al 17.4 por ciento; el PRI cayó del 12.7 al 6.7 por ciento, el PAN perdió sólo 1.3 por ciento, mientras que los morenos se mantienen e incluso van al alza.
Veremos si la alianza PANAL- PRD los salva de la debacle o la ciudadanía los castiga con su voto.