Asesinan a jefe policial y 2 personas más en restaurante de Culiacán
TOLUCA, Estado de México, 20 de enero de 2015.- El Altiplano es la prisión federal de máxima seguridad más antigua en México. Aquí se encarceló a casi todos los capos del narcotráfico detenidos y considerados los más peligrosos de los últimos 25 años. Sus muros parecen infranqueables, pero la corrupción los ha corroído, y esto lo sabe muy bien Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, quien está por segunda ocasión prisionero en esta cárcel.
Las historias sombrías de esta prisión federal tienen que ver hasta con un jefe del cártel de Sinaloa quien logró infiltrarse como uno de los responsables de la seguridad, como fue el caso de Dámaso López Núñez, El Licenciado, o bien detrás de su tétrica estructura han salido las órdenes para matar a un director de la prisión, jueces, abogados y hasta se cometió el asesinato de Arturo Guzmán Loera, El Pollo, hermano del Chapo Guzmán.
Desde esta cárcel, situada a 60 minutos de la capital del país y a punto de cumplirse un año de su recaptura, el Chapo Guzmán –único personaje que ha logrado escaparse de un presidio de máxima seguridad del país– teje por el momento la estrategia legal de su defensa.
Si bien aún no hay condena alguna en los seis procesos judiciales que enfrenta, al capo del narcotráfico le faltaban por compurgar más de cuatro años de prisión por las condenas que enfrentaba hasta antes de su fuga ocurrida en 2001.
Acusado de delincuencia organizada, lavado de dinero, homicidio, tráfico de drogas, por su fuga del penal federal de Puente Grande, Jalisco, y contra la solicitud de extradición a Estados Unidos, el emporio criminal que construyó el Chapo Guzmán sigue operando y su figura aún tiene un peso real, a través de sus hijos, dentro de la estructura de mando del cártel de Sinaloa.
Con diversos procesos ante la justicia de Estados Unidos, el Chapo Guzmán podría ser extraditado en cualquier momento a ese país, donde enfrenta cargos que van desde delincuencia organizada, narcotráfico, homicidio.
Es un hecho de que el jefe del Cártel de Sinaloa podría ser entregado a la justicia de EU cuando así lo decidan las autoridades federales, debido a la existencia de una orden de detención provisional con fines de extradición por cargos de narcotráfico y contra la cual Guzmán ya no cuenta con recurso legal alguno para oponerse a la misma.
Al respecto, desde el 2002 el Juzgado Tercero de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales dictó una orden de detención provisional con fines de extradición, según el proceso EU-95073 radicado en una Corte Federal en California.
En este caso, en un primer momento y desde la clandestinidad, el 31 de enero de 2002 Guzmán Loera obtuvo un amparo en el expediente 1851/2001 del Juzgado Cuarto de Distrito en Materia de Amparo, pero el 10 de julio el Séptimo Tribunal Colegiado revocó la sentencia y ordenó su captura con fines de extradición, la cual se encuentra vigente.
Hasta antes de su fuga del penal federal de Máxima Seguridad de Puente Grande, Jalisco, el capo del narcotráfico enfrentaba diversas condenas por un total de 20 años y nueve meses de prisión. Pero días después de su evasión, un tribunal colegiado de Jalisco le quitó siete años a esa condena, por lo que quedó sólo le quedan por compurgar 4 años más para obtener su libertad definitiva en México, luego de que fuera detenido en junio de 1993 tras el crimen del cardenal Posadas Ocampo.
Los juicios y los cargos
Pero con todo y su poder por ahora debe responder a la justicia en los siguientes juicios que tiene abiertos: el primero dentro de la causa penal 65/2011, instruida en su contra por su probable responsabilidad en el delito de delincuencia organizada con el propósito de cometer delitos contra la salud, ante el Juzgado Tercero de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado de México.
El segundo proceso se le sigue ante el Juzgado Quinto de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México dentro de la causa penal 50/2009, como probable responsable en la comisión del delito delincuencia organizada. En este se le decretó libertad por falta de elementos para procesar con las reservas de la ley, en el delito contra la salud, en la modalidad de posesión con fines de comercio.
El tercero se le instauró dentro de la causa penal 50/2011 en el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado de Tamaulipas, como probable responsable en la comisión del delito de Delincuencia Organizada, con la finalidad de cometer delitos contra la salud.
Un cuarto proceso se le inició en El Juzgado Sexto de Distrito en Materia de Procesos Penales de Jalisco en el expediente 364/2012, por su probable responsabilidad en delitos contra la salud, en la modalidad de colaborar al fomento para posibilitar su ejecución bajo la modalidad de en la modalidad de posesión de semillas de marihuana y amapola, con fines de siembra, cultivo y cosecha. En éste se le decretó la libertad bajo las reservas de ley.
El quinto juicio se le abrió dentro de la causa penal 206/2010 radicada en el Juzgado Primero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de Nayarit, como probable responsable en la comisión del delito de delincuencia organizada.
El sexto y último juicio se encuentra radicado ante el Juzgado Décimo de Distrito de Sinaloa bajo el la causa penal 10/2014 y ahí aparece como probable responsable en la comisión de los delitos de posesión de armas de fuego y cartuchos de uso exclusivo del Ejército, Armada o Fuerza Aérea Nacionales.
En cuanto a una nueva orden de detención provisional con fines de extradición, el capo del cártel de Sinaloa ha tramitado dos amparos contra su posible entrega a Estados Unidos por nuevos cargos. El primero ante el Juzgado Octavo de Distrito en materia de amparo, de acuerdo con el expediente 191/2014 y el segundo ante el juzgado 11 de en materia de amparo, según el expediente 1085/2014.
Pero hasta hoy EU no ha vuelto a pedirlo en extradición.