Teléfono rojo
Histórico el Congreso del Trabajo
El Congreso del Trabajo cumplirá un año más el próximo 18 de febrero, en medio de una fuerte crisis económica nacional, aunque no tan dura como en tiempos de su fundación.
Y hay que recorrer la historia para conocer los logros alcanzados por el movimiento obrero durante sus años de lucha y hay que recordar que durante el gobierno del presidente Adolfo López Mateos se puso en operación el ISSSTE y se reformó el artículo 123 constitucional para incorporarle un apartado B, según el cual habría de regir las relaciones de trabajo de los burócratas.
Otra de las reformas al artículo 123 constitucional fueron las relativas a la instauración de mecanismos para hacer realidad el reparto de utilidades a los trabajadores; la reglamentación de los salarios mínimos generales y profesionales; y la fijación de mayores prerrogativas para los trabajadores despedidos injustificadamente.
Durante la IV Asamblea Nacional Ordinaria del PRI, celebrada a fines de abril de 1965, el cetemista Joaquín Gamboa Pascoe, a nombre del sector obrero, leyó una ponencia donde expresaba la conveniencia de encontrar formas más avanzadas de unidad para las organizaciones obreras.
El 14 de febrero de 1966, un día antes de la fecha prevista para el inicio de la Asamblea Nacional Revolucionaria del Proletariado Mexicano, los dirigentes sindicales que la venían promoviendo acudieron ante el presidente Gustavo Díaz Ordaz para invitarlo a que la inaugurara.
A las 10 de la mañana del 15 de febrero de 1966; y bajo la presidencia de Fidel Velázquez, se instaló en el Palacio de Bellas Artes la Asamblea Nacional Revolucionaria del Proletariado Mexicano. En el presidium, junto al líder cetemista, se hallaban: Rafael Galván, Antonio Bernal, Edgar Robledo Santiago, Napoleón Gómez Sada, Luis Gómez Z., Rodolfo Echeverría, Luis Aguilar Palomino, Marcos Montera, Manuel Guzmán Reveles, Ángel Reina Menchaca, Rafael Cárdenas Lomelí, Abraham Saavedra y Francisco Benítez, entre otros.
El 16 de febrero, la Asamblea se trasladó a la Unidad de Congresos del Centro, Médico Nacional donde habrían de celebrarse las sesiones restantes hasta su clausura, ocurrida el 19 del mismo mes.
El 18 de febrero de 1966, los dos mil delegados asistentes a la Asamblea aprobaron la Declaración de Principios, el Programa de acción y táctica de lucha del programa de acción, y el Proyecto de estructura y funcionamiento del Congreso del Trabajo, el nuevo organismo cúpula del movimiento obrero mexicano. Por ello y por muchas cosas más el Congreso del Trabajo, cúpula del movimiento obrero organizado de México, a quien se le debe la creación del IMSS, del INFONAVIT, de FONACOT.
La CTM encabezó la convocatoria para aglutinar al mayor número de organizaciones gremiales, y es en 1955 cuando se suman 11 grupos representativos de la clase trabajadora del país y conforman el Bloque de Unidad Obrera (BUO).
Esta organización fue un paso esencial para intentar unificar al movimiento obrero del país, ya que agrupaba a centrales obreras, federaciones y sindicatos nacionales tales como la Confederación General de Trabajadores (CGT); la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM); la Federación de Trabajadores del Distrito Federal (FTDF); la Federación Sindical de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM) y la Asociación Nacional de Actores, entre otros, los cuales tenían amplia experiencia de lucha y organización.