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MÉXICO, DF, 5 de febrero de 2015.- Alrededor de 40 personas de distintas organizaciones acudieron a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) para pedir que el órgano legislativo apruebe una Norma 26 de vivienda de interés social, que incluya candados para evitar beneficiar a desarrolladores inmobiliarios.
“Cajones de estacionamiento en interés social no es lo principal, hablamos de un número de cajones por un número de viviendas, no es proporcional, lo que sí es obligatorio son los alternativos para motos y bicis”, explicó Susana Kanahuati, de la organización Vecinos Unidos.
Explicó que si hay cajones de estacionamiento para todos el costo del departamento se eleva y deja de ser de interés social y pasa a ser de interés medio. Otro requisito que no debe incluir la Norma 26 es que los edificios tengan elevadores, aunque estos ya no sean tan caros.
“Los de los primeros pisos no van a querer mantener el elevador, entonces voy a tener peleándome a todos. No es tenerlo, es mantenerlo”, dijo la activista.
“Los candados que proponemos son 13, entre los cuales están los acabados que deben tener los niveles que deben tener, muy de la mano con el Atlas de riesgo con el subsuelo, pero si subsuelo no les da que sea de dos o tres niveles”, añadió.
Otro requisito es que sean por lo menos de 45 metros los departamentos y no de 33 metros como algunos proponen, señaló.
El tema de la Norma 26 podría ser uno de los que se discutirían en un periodo extraordinario en la ALDF, que inicialmente estaba programado para fines de enero, luego para este 6 de febrero y ahora se dice que para la otra semana.
El 4 de febrero los coordinadores de los grupos parlamentarios de la Asamblea se reunieron para discutir el tema, con consultas a las comisiones de Desarrollo e Infraestructura Urbana y la de Participación Ciudadana, pero sin llegar a un acuerdo, informó el mismo día la comisión de Gobierno.
Kanahuati criticó que haya premura de la legislatura saliente por aprobar la Norma 26, a pesar de que organizaciones habían hecho propuestas al respecto desde el año 2013.
“Lo que no han hecho en meses y años no pueden hacerlo en una semana”, se quejó.
Además acusó que el asambleísta y presidente de la Comisión de Desarrollo e Infraestructura Urbana, el perredista Carlos Hernández Mirón los engañó y les leyó un documento que supuestamente contenía los cambios de la Norma 26, pero que en realidad no correspondía con la propuesta legislativa.
“Venimos a conocerla, a agarrarla y el nos dijo ‘no, se las leo’. ¿Cómo sé que lo que me está leyendo es la norma? Es puro efecto de fe y efectivamente lo que nos leyó y el documento era totalmente diferente. Si a mí me dicen ‘¿quieres sentarte con el diputado Hernández Mirón?’ No, nunca, porque nos mintió, nos llevó con engaños a una reunión para tratar de avalar una norma que no tiene pies ni cabeza ni lineamientos que está por encima de todo”, recordó.