Descomplicado
La flexibilidad laboral, que permite equilibrar vida profesional y personal, genera también que las relaciones laborales mejoren, aumente la productividad y disminuya la rotación de personal.
Entre tales propuestas de flexibilidad destacan las de trabajar a tiempo parcial, horarios de trabajo variables y hacerlo desde casa.
Este tipo de medidas no sólo hacen más llevadera la vida de los trabajadores, sino que también mejoran las relaciones laborales. En una encuesta realizada en Gran Bretaña, país pionero en implementar estas medidas, el 71 por ciento de los entrevistados cree que gracias a éstas, las relaciones dentro de la empresa mejoran significativamente.
Así, la rotación de empleados también es menor y la productividad crece. El 60 por ciento de los trabajadores percibe que es más fácil retener a los trabajadores gracias a la flexibilización de las condiciones. Por otro lado, el 58 por ciento de los encuestados también piensa que la productividad mejora con esta estrategia.
Otro estudio, realizado por la empresa de comunicaciones Mitel, abunda en esta idea. Menciona que el 68por ciento de las empresas británicas creen que el trabajo desde casa flexibiliza las condiciones del trabajador y aumenta su productividad (41 por ciento) así como las horas que dedica a trabajar (28 por ciento).
Por el contrario, el 37 por ciento de los jefes encuestados por Mitel tiene la idea de que el teletrabajo propicia que los empleados utilicen las horas de trabajo para atender asuntos personales, mientras otro 30 por ciento cree que usarán la jornada laboral para mejorar sus relaciones sociales. En general, este juicio aún prevalece en muchas empresas.
No obstante, cada vez se habla más de racionalizar los horarios y conciliar la vida laboral y familiar. Lo cierto es que en los últimos 50 años, el número de horas que la gente trabaja muestra un descenso paulatino. Sin embargo, existen diferencias significativas. Por ejemplo, mientras un coreano es de los que más horas labora a nivel mundial, un holandés es de los que menos tiempo dedica a la empresa. En España se trabaja por encima de la media europea, aunque por debajo de Latinoamérica.
México es el país del continente americano donde más horas al año se trabaja, un total de dos mil 110. En general, en América Latina se pasa más tiempo en el puesto de trabajo –mil 952 horas de media al año– respecto a Estados Unidos cuyo promedio es de mil 819 horas anuales. En España, el número de horas es menor: mil 798 horas a la empresa, pero la jornada laboral es más larga que en Estados Unidos, ya que los españoles tienen más vacaciones y días festivos. En Chile, esta cifra asciende hasta las mil 974 horas anuales. Le sigue en el ranking latinoamericano Colombia (mil 956), Venezuela (mil 931), Argentina (mil 903) y Brasil (mil 841).
Ahora, mientras en Europa y la mayoría de países latinoamericanos se presenta un leve descenso en las horas destinadas al trabajo, en Corea del Sur, lejos de acortar su jornada laboral, aumentó 8 por ciento en el último medio siglo, hasta contabilizar dos mil 392 horas. De hecho, los coreanos fueron los más trabajadores del mundo. Por encima de la frontera psicológica de las dos mil horas todavía hay muchos países en pleno siglo XXI, como Estonia, Letonia, Lituania, Bangladesh, Hong Kong, Malasia, Singapur, Taiwán, Tailandia o México.
Al comparar la productividad de un empleado con las horas que éste dedica a la empresa, se llega a la conclusión de que no existe correlación entre ambas variables, además, la escasez de tiempo personal y familiar nos hace, además de personas estresadas e insatisfechas, seres esclavos y a la vez avaros de tiempo. Esto ha llegado a generalizarse de tal manera que en las entrevistas de selección, el candidato pregunta sobre el horario, criterio de decisión que valora igual que el aprendizaje que le va a suponer trabajar en esa empresa.