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MÉXICO, DF, 17 de febrero del 2015.- A tres semanas de la explosión causada por la fuga de gas de unaa pipa de la empresa Gas Express Nieto, que destruyó casi en su totalidad el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, costó la vida a cinco personas y dejó más de 70 lesionados, además de un sinnúmero de daños materiales, los peritajes avanzan y, con ellos, las dimensiones de la tragedia se extienden.
Un tema importante para los mexicanos es ¿qué no se ha aprendido para evitar este tipo de tragedias?: para los heridos y los deudos de los fallecidos, la vida nunca será la misma, pero también para la empresa responsable, que por falta de prevención deberá indemnizar a todos los afectados, en una suma a la que se le acumulan los ceros.
Esto, sin contar que por su negligencia, según los peritajes realizados por las autoridades capitalinas, les costó la revocación de su licencia de operación, pues el accidente fue consecuencia, según se dijo este lunes en conferencia de prensa, por “falta de pericia de los repartidores y deficiente mantenimiento a la pipa”.
Figura importante, aunque indirecta, en la reparación de daños en este tipo de tragedias, es la de las compañías de seguros. Quadratín México acudió a una de ellas, GMX Seguros, la cual, según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, AMIS, es la más importante en comercialización de seguros de responsabilidad civil, para obtener nuevas precisiones de lo que significa esta tragedia para la sociedad mexicana.
“Es claro cómo una serie de eventos concatenados desde que llegó la pipa, la salida del gas, los nulos intentos de contenerlo… que terminó en una explosión de esas dimensiones”, asegura Raúl Tapia, director de Desarrollo de Negocios de GMX Seguros. “Incluso los bomberos ya se encontraran ahí antes de la explosión y por el descontrol que ya había ahí, agravó las circunstancias, y ya no se pudo evitar la desgracia”, agrega
El funcionario de la compañía de seguros plantea que ahora que las investigaciones sobre las causas del siniestro den a conocer las dimensiones de los daños resultantes, será preciso identificar qué los provocó y aprender para evitar que se repitan, algo que en México desafortunadamente no ocurre.
“Este país tiene que trabajar mucho en temas de prevención, en el manejo de emergencias para atenderlas adecuadamente. Esto nos puede ayudar mucho a prevenir accidentes. Pero antes nos tiene que preocupar mucho un accidente como éste, como el de la Guardería ABC o la contaminación del Río Sonora”, advierte el entrevistado.
“Cuando ocurren estos eventos”, continúa, “vale la pena encontrar el hilo conductor que nos llevó a que sucediera y trabajar en una mejora de educación, de prevención y capacitación a bomberos, protección civil, y nosotros como sociedad para que no vuelva a suceder. Olvidémonos si el tema está cubierto en una póliza de seguros, porque en principio es un daño directo a la salud y la integridad de la gente”.