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MÉXICO, DF, 6 de marzo de 2015.- Si bien se han registrado progresos en términos de igualdad de género desde la Declaración de Beijing sobre derechos de la mujer de 1995, todavía restan muchos desafíos por superar, incluyendo la brecha salarial relacionada con la maternidad, señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en una nota informativa preparada para el Día Internacional de la Mujer, informó un comunicado.
Dos décadas después de que la mayor reunión de mujeres a nivel mundial adoptara un programa ambicioso para promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, la situación apenas ha mejorado con respecto a la igualdad en el trabajo.
“Las mujeres que trabajan, ¿se encuentran en una posición mejor que hace 20 años?”, dijo el director general de la OIT, Guy Ryder. “La respuesta es un sí condicional. ¿Este progreso ha satisfecho nuestras expectativas? La respuesta es decididamente no. Necesitamos ser innovadores para reformular el debate y concentrarnos en garantizar los derechos de las mujeres en el trabajo, promover la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres”.
Los progresos alcanzados en la puesta en práctica de la Declaración y la Plataforma de Acción adoptados en la Cuarta Conferencia de la Mujer en Beijing en 1995 son heterogéneos, señala la OIT y agrega, en su documento la “brecha salarial relacionada con la maternidad”, que con frecuencia se penaliza a las mujeres por encima de la diferencia salarial que ya experimentan.
De acuerdo con ‘The motherhood pay gap: A review of the issues, theory and international evidence’ (La brecha salarial relacionada con la maternidad: Un análisis de los problemas, teorías y datos internacionales), las madres con frecuencia ganan menos que las mujeres sin hijos, según el lugar dónde viven y cuántos niños tienen.
Algunos avances, varios desafíos
En términos de políticas, legislación y ratificación de las normas internacionales del trabajo, se han registrado avances importantes. En 1995, por ejemplo, 126 Estados miembros de la OIT habían ratificado el Convenio sobre igualdad de remuneración, 1951 (núm. 100) y 122 el Convenio sobre la Discriminación (empleo y ocupación), 1958 (núm. 111). Hoy en día, las cifras son 171 y 172, respectivamente.
Sin embargo, las mujeres siguen enfrentando una discriminación y desigualdad generalizadas en el lugar de trabajo. En la mayoría de las regiones del mundo, las mujeres con frecuencia ocupan empleos infravalorados y mal remunerados; carecen de acceso a la educación, la formación o las oportunidades de trabajo; tienen un poder limitado de negociación y de toma de decisiones, y siguen cargando con la responsabilidad de la mayor parte del trabajo doméstico no remunerado.
A nivel mundial, la disparidad de las tasas de participación en el mercado laboral entre hombres y mujeres disminuyó sólo ligeramente desde 1995. En la actualidad, alrededor de 50 por ciento del total de las mujeres trabaja, frente a 77 por ciento de los hombres. En 1995, estas cifras eran de 52 por ciento y 80 por ciento respectivamente. Se estima que reducir la brecha de la participación entre los hombres y las mujeres en los países del G20 para 2025 incorporaría a más de 100 millones de mujeres a la fuerza laboral.
El acceso a la protección de la maternidad ha mejorado, aunque muchas mujeres todavía están excluidas. Si bien, a nivel mundial, el porcentaje de países que ofrecen 14 semanas o más de licencia por maternidad, ha aumentado de 38 a 51 por ciento, más de 800 millones de trabajadoras, o 41 por ciento de todas las mujeres, aún no tienen una cobertura de adecuada de la maternidad.