Tienen diseñadores gráficos e IA futuro de colaboración, no reemplazo
MÉXICO, DF, 21 de marzo de 2015.- En el mundo no hay un problema de escasez hídrica, sino de ausencia de gestión, porque ésta no puede existir sin participación social, afirmó José Joel Carrillo Rivera, investigador del Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM, en el marco del Día Mundial del Agua, que se conmemora este 22 de marzo, se informó en un comunicado.
“Su carencia no es producto de una falta física, sino de manejos deficientes y de una planificación territorial insuficiente en la tarea de favorecer un desarrollo nacional en armonía con la existencia y los ecosistemas”, argumentó.
También es preciso contar con una infraestructura eficaz, un cobro justo y reglas para hacerla rentable en una administración adecuada y beneficiosa para la población, indicó.
Es necesario concebirla como un sistema, sin particularizar alguna de sus porciones (marina, pluvial, subterránea y superficial); así tendremos una visión más completa y mejores formas de establecer la pregunta correcta y buscar la respuesta adecuada a los fenómenos de hundimiento del suelo; secado de manantiales, humedales y ríos; cambio en la calidad de la extraída y contaminación, señaló el investigador.
Si no se toman en cuenta estos aspectos se incurrirá en errores que afectarán a la población, al medio físico y a los ecosistemas. En términos estrictos, la participación social en la gestión no sucede porque para la ley, la presencia civil se da a través de organizaciones formales (de industriales o de agricultores, por ejemplo), pero los ciudadanos y los académicos no están incluidos.
México debería estar a la par del nivel internacional de conocimiento e infraestructura para lograr un buen manejo de la existente bajo superficie y, en ese sentido, no podemos seguir con un esquema estático como el actual (el balance hídrico), funcional en su tiempo, pero ahora caduco porque existen mejores alternativas interdisciplinarias que consideran al agua como un sistema dinámico.
Es importante educar a quienes colaboran en su gestión y brindarles conocimientos en el rubro. Preocupa que en pocas entidades federativas haya un hidrogeólogo —alguien versado en conceptos relacionados con la definición sistémica de la subterránea— y que además no incida en procesos relacionados con su administración, destacó Carrillo Rivera.
La mayor parte del líquido usado proviene de debajo de la tierra. En el caso de los continentes, el 97 por ciento tiene el origen referido y el tres restante es el visible. Por ello, el Día Mundial del Agua bien podría aludir a la del subsuelo, que abastece a la mayoría de los ecosistemas terrestres y a muchos de los marinos, planteó.
“Entre 60 y 80 por ciento del líquido oceánico en algún momento estuvo bajo la corteza. Esto nos da una idea de la importancia del proceso de lluvia, filtración, recorrido y descarga al mar a través de estos flujos, mayores a la escorrentía de los ríos”, acotó el especialista.
En México y en otros países, de los distintos tipos de uso, el doméstico representa sólo un 15 por ciento (el resto se destina a la agricultura y a la industria). Es importante considerar este dato porque con frecuencia se dice que los ciudadanos somos quienes la desperdiciamos y favorecemos su dispendio al no atender las múltiples fugas.
Ante este panorama, consideró adecuada la existencia de una celebración enfocada a llamar la atención de la gente sobre los problemas relacionados con el agua (subterránea) y su gestión.