Obispos de México: Un nuevo horizonte/Felipe de J. Monroy*
Hay que sonreír
De vez en vez es menester, amén de comentar, también distraer. Pero sobre todo, con la risa, animar. Tal como lo hizo en el aniversario de la expropiación petrolera el líder y senador Carlos A. Romero Deschamps, ante el joven presidente, en Tabasco. Allí, tras mencionar las bondades de la reforma energética concretó que pese a los que se diga oficialmente, “para su desencanto, les podemos afirmar que no hay tales convenios para liquidar a miles de trabajadores petroleros”. No cabe duda que se le olvidó, La Quina, Joaquín Hernández Galicia, que por menos fue huésped diez años de las mazmorras federales.
Mejor, para no aburrir, unos chistoretes, por la llegada del nuevo Ministro a la Suprema Corte. O el despido de una comentarista que se pasó de tueste: un respetable profesor de Derecho les dice a sus alumnos: Recuerden muchachos, lo más importante, cuando se es abogado, es saber que algunos casos se ganan y otros se pierden, pero… «en todos se cobra».
Durante una audiencia en el juzgado, se genera una disputa y el fiscal le grita al abogado defensor:
-Usted es un ladrón.
El defensor le contesta al fiscal:
-Y usted es un vendido.
Luego el juez proclama, solemne:
-«Ya que las partes se han identificado correctamente, sigamos con la audiencia…»
Un campesino pasa frente a una lápida que dice:
‘Aquí yace un abogado, un hombre honrado, un hombre íntegro’.
El campesino se santigua y dice asustado:
-¡Virgen santísima, enterraron a tres hombres en la misma fosa!
Moisés leía a su pueblo los mandamientos:
-Noveno mandamiento: no desear la mujer del prójimo.
A lo cual se oye la protesta general del pueblo.
Moisés aclara:
-Eso dice la ley… «esperemos a ver qué dice la jurisprudencia».
Se encuentran dos amigos y uno le dice al otro:
-Me separé de mi esposa.No me digas,
-¿Y cómo lo hicieron?
– Con un abogado, él nos ayudó a realizar la repartición de los bienes.
¿Y tus hijos?
– Muy fácil, decidimos que el que se quedara con más dinero, se quedaba con los niños. -¿Y quien quedó con ellos?
– El abogado….
Método del gato para determinar la clase de abogado con que negocia: Coloque un gato sobre el escritorio. Si el gato sale corriendo, ese abogado es muy perro. En cambio, si el gato se lanza al abogado, es porque es una rata.
Un abogado tomaba el sol en un parque, cuando se le acerca un médico y le pregunta:
-¿Qué hace?
-Aquí robándole unos rayitos al sol.
-Como siempre, «trabajando a toda hora» ¿no?
-¿Cómo se salva la vida de un abogado que se está ahogando en una bañera?…
-Se le quita el pie de encima.
-¿Por qué los vampiros nunca atacan a los abogados?…
Por cortesía profesional.
Un grupo terrorista se apodera del Palacio de Justicia.
Liberan a todas las personas menos a los 500 abogados que estaban en ese momento en los juzgados y cámaras de apelaciones.
Exigen los terroristas 10 millones de dólares y los medios para escaparse a un lugar seguro.
De lo contrario, comenzarán a soltarlos de uno en uno… vivos.
Se encuentran dos abogados y uno le dice al otro:
-¿Vamos a tomar algo?
-Bueno… ¿de quién?
Dos trabajadores que caminaban por el costado del camino, al regreso de la fábrica donde trabajaron duro el día entero, fueron arrollados por un magistrado, que venía a toda velocidad, con su auto importado. Uno de ellos atravesó el parabrisas y cayó dentro del coche del abogado. El otro voló bien lejos, a unos diez metros del lugar del accidente. Tres meses después, ellos salieron del hospital, y para sorpresa general, inmediatamente fueron a la cárcel. Uno por «invasión de propiedad privada» y el otro «por huir del lugar del accidente».
Alumno de Derecho al presentarse a un examen oral.
– ¿Qué es un fraude?
– Es lo que el señor profesor practica, responde el alumno.
El maestro queda indignado.
– ¡Lo que faltaba! ¡Explíquese!
Entonces el alumno dice:
-Según el Código Penal, ‘comete fraude todo aquel que se aprovecha de la ignorancia del otro para perjudicarlo’.
Una persona llega al estudio del abogado más caro de la ciudad, y al entrar le dice:
-Sé que usted es un abogado muy caro, pero por $100.000. ¿Puedo hacerle dos preguntas?
El abogado responde:
-Claro, ¿cuál es la segunda?
¿Cuáles son las 3 frases más utilizadas por un abogado?
1- ¿Tiene usted dinero?
2- ¿Puede conseguir más?
3- ¿Tiene algo más que pueda vender?
¿Sabes cuál es la diferencia entre Jueces, magistrados y togados?
Los primeros piensan que son Dios…. ¡¡Los otros están seguros!!
Y para terminar vean la sutil diferencia entre justo y correcto.
Se encuentran dos abogados en el garaje de un Motel y advierten que cada uno anda con la mujer del otro. Pasada la incomodidad inicial, uno le dice al otro en tono algo solemne y con cuidada dignidad:
-Estimado colega, creo que lo correcto sería que mi mujer venga conmigo a mi auto y que su mujer se vaya con Ud. a su auto.
El otro le responde:
-Coincido en líneas generales con su planteamiento, querido colega. Quizás eso sería lo correcto, pero no estoy seguro que sea lo justo ¡porque ustedes salen y nosotros entramos!