Reforma judicial deja sin protección a periodistas: Jan Albert Hootsen
MÉXICO, DF a 26 de marzo de 2015.- Ante 2 mil personas reunidas en la explanada del Monumento a la Revolución, padres de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, hicieron el llamado a que no pierda fuerza la exigencia de encontrarlos con vida.
Después de visitar las instalaciones del Instituto Nacional Electoral (INE), los familiares organizaron una marcha para exigir la aparición de sus hijos tras 6 meses de acciones de búsqueda.
“Pedimos a todas las personas, organizaciones y prensa que no se escatime en mantener los esfuerzos y las exigencias de encontrar con vida a nuestros estudiantes.
“Desde aquí mantenemos el llamado para que se esclarezca el caso lo más pronto posible”, dijo el abogado de los familiares, Isidoro Vicario.
Con reporte de saldo blanco, los manifestantes se pronunciaron por la pronta aparición de los jóvenes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, así como de fortalecer las investigaciones con las aportaciones de los forenses argentinos y los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Las aportaciones de los compañeros argentinos y de los expertos de la CIDH han dejado en claro que los trabajos de la autoridades no han sido suficientes para resolver este caso.
“Estos pronunciamientos nos dan la esperanza de que nuestros hijos siguen con vida, no vamos a cansarnos como lo hacen los políticos, seguiremos manteniendo la fe y las respuestas de las autoridades”, comentó Meliton Ortega, padre de uno de los desaparecidos.
A pesar de que el grueso de los familiares se encuentra en caravana por Estados Unidos, los manifestantes aseguraron que el peso de sus exigencias es más grande que llenar una plaza o el mismo Zócalo de la ciudad De México.
Algunas pintas y algunos anarcos
Durante el paso de los padres de los normalistas, algunos jóvenes encapuchados y auto nombrados anarquistas pintaron consignas con aerosol contra el gobierno de Enrique Peña Nieto en las fachadas de hoteles y restaurantes.
“Ni aunque nos desaparezcan nos callarán”, “Fue el Estado represor que nos desaparece” o de “Peña y su gobierno asesino”; fueron las frases que más se reprodujeron por parte de los anarquistas.
Sin llegar a un enfrentamiento, los embozados arribaron al Monumento a la Revolución y al no encontrar algún motivo u objetivo que agredir, se retiraron y la amenaza solamente quedó en eso.
Los elementos policiacos de la capital se ubicaron en calles aledañas para observar que los manifestantes no se salieran de control.
Contingentes que conformaron esta marcha
Como en cada marcha desde hace seis meses, este contingente que rondó en los 2 mil participantes, inició en el Ángel de la Independencia, y tuvo como destino final el Monumento a la Revolución.
La marcha fue encabezada por algunos de los padres de los normalistas quienes se encuentran en territorio mexicano (dado que el resto realiza distintas actividades en búsqueda de apoyo internacional para la localización de sus hijos).
Entre las decenas de grupos el Frente Popular Francisco Villa Independiente, por su amplio número de congregados, además de contar con un camión con aparatos de audio y amplias bocinas.
Asimismo otros de los grupos más numerosos fue el Sindicato de Telefonistas, y el de cientos de jóvenes de distintas escuelas de arte y actuación, quienes iban en su gran mayoría caracterizados con distintas indumentarias relacionadas a la muerte, o al luto.
Destacó la presencia del Padre Alejandro Solalinde, quien todo el tiempo estuvo acompañado de un grupo de sacerdotes de distintas partes del país, así como de religiosas, quienes encabezaron el denominado grupo de Creyentes Unidos por la Justicia y la Paz.
Igualmente estuvieron presentes integrantes de los maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero, CETEG, integrantes de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, CNTE, así como un grupo de representantes del extinto Sindicato Mexicano de Electricistas.