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MÉXICO, DF, 28 de marzo de 2015.- Bajo la premisa que la disminución de los ingresos en el país no se va a financiar ni con mayor deuda ni con mayores impuestos, el Gobierno federal a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ya se encuentra en los trabajos para la elaboración del proyecto de Paquete Económico 2016, que debe entregar a más tardar el 8 de septiembre a la Cámara de Diputados.
En una nueva realidad presupuestal, debido al comportamiento del precio del petróleo de la mezcla mexicana y de las mezclas internacionales, obliga al gobierno a revisar y ajustar cómo y en qué está gastando.
En una ruta crítica, la Secretaría de Hacienda está llevando a cabo la elaboración del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2016, bajo un nuevo esquema de Presupuesto Base Cero, un modelo económico de gasto público de planeación para reestructurar el financiamiento público, partiendo de cero y dejando atrás el modelo inercial aplicado en los últimos años.
¿Cuál es el reto para la elaboración del Presupuesto 2016?
En conferencia magistral dictada en el Foro Internacional sobre Presupuesto Base Cero, el subsecretario de Egresos de la SHCP, Fernando Galindo Favela, indicó que por instrucciones del presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, se tienen que desprender de las inercias vividas en la elaboración del PEF en los últimos 10 o 15 años, al tener menos ingresos en el país.
Lo anterior quiere decir que se tiene que romper paradigmas y revisar a dónde se tiene que ir cada uno de los recursos públicos que paga la gente con sus impuestos y dirigir a lugares que generen mayor rentabilidad social y mayor rentabilidad económica.
Sin embargo, el Gobierno federal cuenta con presiones ineludibles como el pago de las pensiones, los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y seguir impulsando la inversión pública, además de seguir priorizando los recursos hacia los programas sociales que ayuden a erradicar la pobreza.
Galindo Favela dijo que sería una irresponsabilidad del Gobierno de la República no cumplir con las obligaciones contractuales que tiene en esta materia, lo que representa retos al reducir el gasto público: gastar con mayor eficiencia los recursos públicos, y sobre todo, con mayor austeridad.
Ahora bien, desde ahora la administración federal está revisando a profundidad la estructura del PEF.
En primer lugar, se encuentra revisando los más de 889 programas presupuestarios del gobierno y evaluando con distintas herramientas y fuentes de información.
El funcionario de Haciencia, indicó que para ello se cuenta con información muy valiosa que genera el Coneval con las evaluaciones de cada uno de los programas sociales que lleva a cabo en los últimos años.
“Es una fuente de información fundamental para evaluar cuál es la incidencia en cada uno de los programas sociales”.
Aunado se cuenta con evaluaciones de desempeño que realiza Hacienda y la Secretaría de la Función Pública de aquellos programas presupuestarios que no son programas sociales.
También un elemento de mucha utilidad para la elaboración y la revisión de los programas presupuestarios es el diagnóstico del gasto público del Banco Mundial, a partir de en cinco rubros fundamentales: el gasto en salud, el gasto en educación, el gasto en programas y proyectos de inversión, y los recursos que se destinan a las entidades federativas.
“Hoy se nos presenta una oportunidad para poder revisar cuál debe ser el tamaño óptimo del gobierno. Tenemos que redimensionar el tamaño del gobierno acorde a nuestra nueva realidad presupuestal y esto va en la línea de tener un gobierno austero, un gobierno que se apriete el cinturón, que tenga las mínimas plazas indispensables para operar de manera eficiente”, diagnosticó Fernando Galindo.
Detalló que para poder cumplir con las metas del PND no solamente implica cortar por cortar sino destinar los recursos humanos a aquellas áreas que impliquen las acciones necesarias para poder cumplir los objetivos.
En el caso de los programas y proyectos de inversión que tiene en cartera el Gobierno de la República, se revisa puntualmente los que pueden ser financiados de mayor manera por el sector privado.
“Lo que queremos es fortalecer la participación privada mediante los esquemas de asociaciones público-privadas”, señaló Galindo.
Se eliminarán o modificarán aquellos programas que tienen bajo impacto para cumplir con los objetivos del PND, así como los que tengan bajo desempeño.
Asimismo, se fusionarán programas presupuestarios, independientemente de que se encuentren en distintas dependencias federales.
En un ejercicio de austeridad profunda, el Gobierno federal se prepara para depurar todos los programas y proyectos de inversión, priorizando aquellos que generen mayor rentabilidad e impulsen la participación del sector privado.
El próximo 1 de abril se entregará el documento de Pre-criterios Generales de Política Económica, un esbozo de cuál es la estimación de los ingresos y de los gastos para el próximo ejercicio fiscal, las estimaciones de las principales variables económicas para el cierre de este ejercicio y para el próximo año fiscal.
Con ello, iniciará la discusión del Paquete Económico 2016.
El día 30 de junio se presentará la estructura programática que se discutirá para el ejercicio del gasto público del año 2016. En dicho documento, se verá reflejado el análisis de qué programas fueron eliminados, fusionados y los que se van a utilizar de manera más eficiente para el próximo PEF.
Como lo establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, a más tardar el 8 de septiembre se presentará la propuesta de Paquete Económico, con toda la miscelánea del gasto público que esto representa.