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MÉXICO, DF, 16 de abril de 2015.- Un estudio realizado por Human Rights Watch apunta que en la región yazidí de Irak, una niña de 12 años fue atada, golpeada y violada por siete terroristas de ISIS.
El sufrimiento de Jalila, cuyo nombre fue modificado, es solo uno en una serie de historias desgarradoras contadas por las mujeres que han logrado escaparse de las manos de la organización terrorista, consigna Daily Mail.
En algunas oportunidades los combatientes dejan en manos del azar la suerte de las jóvenes secuestradas. A veces recogen los nombres de sus víctimas de una suerte de lotería.
«Hacían una lotería de nuestros nombres y empezaron a elegir mujeres extrayendo los nombres», señaló Rashida, otra de las mujeres víctima de las atrocidades de ISIS que incluye el estudio.
Según el informe de HRW, cada mujer y niño secuestrado –a partir de los ocho años–, es obligado a casarse y convertirse al Islam. Asimismo, los yihadistas abusan sexualmente en reiteradas ocasiones a las niñas.
Un caso escalofriante es el de una joven siria de nueve años que fue violada por milicianos de ISIS y quedó embarazada.
Jalila, quien logró escapar de sus verdugos, después de semanas de permanecer secuestrada fue llevada a una casa en Siria, donde había mujeres y niñas.
Allí acudían constantemente terroristas del Estado Islámico para observarlas y elegir alguna para llevar a cabo el ataque sexual.
La mujer yazidí, cuya identidad fue protegida, fue elegida por uno de los combatientes de ISIS. Frente a su resistencia, el yihadista la golpeó y arrastró hasta otra vivienda.
«Le dije que no me tocara y le rogué que me dejara ir», recuerda.
«Yo era una niña, y le pregunté: ‘¿Qué quieres de mí?'». Finalmente, el calvario de Jalila duró tres días, según cuenta en su relato. Luego fue violada por otros seis milicianos.
«El hombre que me selecciona, Abu Ghufran, me obligó a bañarme y cuando estuve en el baño intenté suicidarme. Había encontrado veneno en la casa y lo llevé hasta el baño», relató.
Sin embargo, esto no dio resultado. «Lo distribuí al resto de las mujeres y todas lo mezclamos con agua. Nadie murió, pero todas nos enfermamos», agregó.
“Las mujeres y niñas yazidíes necesitan ayuda y apoyo urgente para recuperar su salud y seguir adelante con sus vidas», sostuvo Liesl Gerntholtz, director de los Derechos de la Mujer de Human Rights Watch.