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MÉXICO, DF., 16 de abril de 2015.- En México hay 2.5 millones de niños que se dedican a una actividad laboral, de los cuales 800 mil están expuestos a riesgos de trabajo y 200 mil trabajan en sitios riesgosos, de acuerdo con la directora de la asociación civil Ririki, Nashieli Ramírez.
“Datos del módulo de trabajo infantil 2013 indica que el 31.5 por ciento de las niñas, niños y adolescentes que trabajan entre los cinco y 17 años estaba expuesta a riesgos de trabajo, herramientas peligrosas, maquinaria pesada, oscuridad excesiva, productos químicos, explosivos, descargas eléctricas y esto equivale a alrededor de 800 mil niños niñas y adolescentes en nuestro país”, dijo la activista, quien participó en la conmemoración del Día Mundial contra la esclavitud infantil, organizado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Ramírez indicó que de acuerdo con el mismo documento, 200 mil niñas, niños y adolescentes trabajan en lugares peligrosos o no apropiados para ellos como son minas, ríos, lagos, mares, pisos elevados, andamios, calles, cruceros, avenidas, basureros, cantinas, bares y centros nocturnos.
Respecto a los niños víctimas de trata con fines de explotación comercial sexual infantil y con fines de explotación laboral, se carece de cifras, afirmó.
Explicó que la cifra de 16 mil niñas, niños y adolescentes víctimas de explotación sexual comercial que usan algunos medios de comunicación, corresponde a un estudio que se levantó a finales de los años noventa del siglo pasado y que se publicó en el año 2000.
“Estamos usando datos aproximados de un estudio de hace 15 años donde situaciones como puede ser la cooptación por redes sociales de este fenómeno ni siquiera adquiría la mínima dimensión de lo que hoy tenemos enfrente”.
Otro problema al que se enfrentan los menores que trabajan son las redes de explotación, dijo Ramírez durante su participación, previa a la que tuvo el titular de la STPS, Alfonso Navarrete Prida.
La primera clase de red que mencionó fue la que se refiere a trabajo doméstico, la que opera en el Soconusco, Chiapas, con niñas guatemaltecas o chiapanecas que son empleadas en el occidente del país.
Otra es la red de trabajo de comercio en conexiones de calle, los que ahí venden productos, y están los que trabajan para sus familias y los que lo hacen para redes y que se pueden ver en Chiapas y en Cancún.
Otra red es la vinculada al trabajo institucionalizado con niños y que los somete a trabajo forzado, el ejemplo más conocido es el de Mama Rosa, en Michoacán.
A dichas redes se suman las vinculadas con trabajo agrícola, en la que además de jornaleros adultos se emplea a menores de edad.
“Como pueden ver estamos ante una problemática que requiere participación de todos y participamos en un evento que parte de un buen principio que es la voluntad del gobierno, específicamente de la secretaría y de instancias intersecretariales de reconocer que el problema existe”.
La directora de Ririki reconoció avances en la erradicación del trabajo infantil, pero dijo que las instancias encargadas de hacerlo como son la propia STPS, las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol), de Educación Pública (SEO) y el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) carecen del presupuesto suficiente para cumplir su tarea.
“Seguiremos trabajando para que ningún niño o niña sea víctima de explotación, lo haremos desde nuestras organizaciones y colectivos y lo haremos de manera corresponsable y apoyando que se destinen recursos suficientes para fortalecer capacidad institucional para erradicar cualquier tipo de servidumbre humana, trabajo forzoso y actividad que coloque a nuestros niños como objeto o mercancía”, concluyó.