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MÉXICO, DF, a 29 de abril de 205.- En el Distrito Federal alrededor de 52 mil niños son explotados por adultos, aseguró el diputado local del Partido Acción Nacional (PAN), Orlando Anaya.
“No todos los niños festejan su día, en el Distrito Federal hay más de 52 mil pequeños que son forzados por adultos a realizar actividades que atentan contra su integridad sin que la autoridad actúe. La explotación de menores es un delito que se comete diariamente a todas luces.
“Todos hemos sido testigos de adultos que lucran con menores al ponerlos a mendigar; de redes estructuradas que tienen laborando o prostituyendo a niños, niñas y jóvenes en lugares como sucede en el Metro, cruceros o plazas públicas sin que nadie actúe al respecto”, sostuvo.
En la víspera de celebrarse el Día del Niño, Anaya dijo que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), uno de cada seis niños de entre seis y 14 años está en condiciones de pobreza, lo que los obliga a trabajar para subsistir.
Añadió que además cada 52 segundos un niño abandona la escuela para buscar ingresos para contribuir a la economía de su familia.
“Los niños no eligen trabajar, ellos deben estar aprendiendo y jugando; esta lamentable situación es una expresión más de pobreza y desigualdad entre la niñez capitalina. Es una realidad que se debe afrontar y resolver, es urgente hacer valer los derechos de todos y cada uno de los niños que habitan no sólo en el Distrito Federal sino en todo México, pues en nuestro país existen dos millones 500 mil menores víctimas de explotación laboral”, lamentó.
El presidente de la Comisión de Juventud y Deporte también se refirió a la explotación que viven niños dentro del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, y pidió al gobierno del Distrito Federal actuar para erradicarla.
“En el Metro, cientos de niños son explotados todos los días, a la vista de pasajeros y autoridades, suben a los vagones a vender bajo la supervisión o incluso entrenamiento de adultos quienes pueden tratarse de sus padres o no.
“La comisión de este delito es visible en pasillos, andenes y vagones, a pesar de las cámaras de video de vigilancia, las autoridades poco o nada hacen por evitarlo. Cualquier usuario del Metro ha podido presenciar cómo los pequeños son sometidos a la explotación laboral en este servicio de transporte”, concluyó.