Abanico
La Reforma Política fue congelada, y ahora muchos le echan la bolita a quienes suponen tenían que operar para que fuera una realidad.
Se han mencionado nombres, como el líder de la bancada perredistas del senado, Miguel Barbosa, o al que ahora de todo le echan la culpa, al secretario de Gobierno del DF, Héctor Serrano, pero hay un personaje que ha pasado casi de manera imperceptible.
Hablamos de Porfirio Muñoz Ledo, el comisionado para la Reforma Política del Distrito Federal.
¿Cuál es el papel que juega este servidor público dentro del gobierno capitalino? No hay claridad al respecto.
Hombre brillante, así es como se le conoce a Muñoz Ledo, uno de los ideólogos e impulsores de dicha reforma política. Pero hay dos situaciones a considerar: una, su edad y estado de salud, y otra su doble juego político.
A sus 81 años de edad, quien también fue uno de los fundadores del PRD, se le ve poco en sus oficinas del Palacio del Ayuntamiento, y las veces que va, requiere de la ayuda de dos colaboradores, uno ellos, su enfermero.
Así, mientras uno le lleva el tanque de oxígeno, otro empuja su silla de ruedas.
No dudamos de la capacidad intelectual del funcionario, pero sí de que pudiera estar en condiciones de cabildear y movilizarse de aquí para allá, para conseguir que la reforma fuera una realidad, y los diputados no la congelaran.
Incluso, que el propio Manuel Bartlett se le acercara en el Senado para, en tono sarcástico, decirle que habían perdido, como nos han contado los Ecos del DF.
Otra situación poco clara: qué hace Porfirio en un gobierno de corte perredista –aunque su jefe de gobierno no lo sea- siendo que tiene nexos profundísimos con Morena, tanto que fue considerado hace unos meses como una de sus probables cartas fuertes a la Asamblea Legislativa.
En febrero pasado salió sorteado para ser candidato plurinominal por dicho partido lopezobradorista, y quedó como el número seis para ocupar un lugar como asambleísta.
Días después declinó aceptar ser candidato de Morena, y dijo que aunque era un honor, no podía aceptar por su encargo como coordinador de la reforma política del Distrito Federal. Sin embargo, no descartó aceptar otra oferta de Morena, más adelante.
La situación es que el PRD y Morena, salidos de la misma raíz, ahora son rivales políticos.
Será porque Muñoz Ledo sabe bien cómo transitar entre partidos y corrientes políticas, pues no debemos olvidar su paso como priísta, incluso presidente de ese partido, luego por el PRD y el PT.
Sin embargo, su trabajo actual ha levantado críticas en el gobierno local, porque no tuvo la fuerza para hacer los amarres necesarios para que el DF pasara a ser la Ciudad de México.