Atacan casa del subsecretario de Seguridad de Solidaridad, Quintana Roo
BEIJING, China, 12 de mayo de 2015.- Por sus nuevas aportaciones en la práctica de su medicina tradicional para atender enfermedades del corazón y de la sangre, entre otras, además del desarrollo socioeconómico y de la agricultura de la etnia tibetana, en China el gobierno apoya a esta cultura con 15 mil millones de dólares al año, es decir unos 90 mil millones de yuanes.
Lo anterior lo informó Zhang Yun, director del Instituto de Estudios Históricos de la Etnia Tibetana, con sede en Beijing, durante la visita a este país por periodistas mexicanos del Club Primera Plana y en donde estuvo invitado Quadratín México, y cuyos anfitriones son integrantes de la Asociación Nacional de Periodistas Chinos.
Acompañado de las eruditas Ge Sang Soma, directora del Instituto de estudios socioeconómicos de la Etnia Tibetana, así como por Yang Zhen, directora de la revista de tibetología china. Zhang, se informó que antes había mayor énfasis en el desarrollo de la industria, pero actualmente se ha incrementado el interés del gobierno en impulsar la medicina y la educación.
En la región donde se desarrolla la etnia tibetana en China, se siguen incrementando las obras en zonas agrícolas y ganaderas, mientras que en los cinco centros de investigación de esta cultura, gran parte del personal proviene de la etnia tibetana.
En Beijing, capital de China, la medicina tradicional tibetana ha tomado un mayor auge gracias a la construcción del Hospital de medicina tradicional de la etnia tibetana y del propio Instituto de Estudios Históricos, con investigaciones que han avanzado a pasos agigantados a partir de 1986 y con más de 14 ediciones publicadas antes del budismo religioso, traducidos al chino mandarín y a la lengua India.
A través de este Instituto de Estudios Históricos, la etnia tibetana y su medicina tradicional han intercambiado experiencias con más de 20 países en el mundo, incluyendo a Brasil como única nación latina en participar en este encuentro cultural.
Sobre el por qué México no ha tenido ese acercamiento con el Centro de Estudios Históricos de la Etnia Tibetana en China, los eruditos consideran que el idioma ha sido un factor preponderante para impedir este encuentro, aunque se dicen abiertos a buscar formas de intercambio, entre ambas naciones, en este rubro.
Por lo pronto países como Rusia y algunas naciones de Asia Central han iniciado intercambio con el Instituto de Estudios Históricos de la Etnia Tibetana y se habrá de realizar un foro internacional el próximo año.
El encuentro entre la medicina tradicional tibetana y la medicina occidental crece aún más, e incluso en las universidades de China se gradúan licenciados en este rubro y se establecieron master y doctorados; hay quienes llegan a ir a Harvard a través de esta temática de investigación.
En la República Popular de China existen unas 56 etnias, de las cuales el 90 por ciento de la población son de origen tibetano y cuyo gobierno de este país aplica políticas de preferencia desde 1978.
El Tíbet es una parte importante en el desarrollo de esta nación desde el siglo XIII, donde el gobierno central ejerció una administración ejecutiva, financiera y militar, y después de 700 años no se ha perdido la propia administración.
Sin embargo, no ha sido fácil el desarrollo socioeconómico y cultural de esta cultura en esta región, pues en 1888 fue invadida por el reino Unido y fue hasta 1951, con los tratados internacionales y militares de liberación, entraron en forma permanente, para un avance hasta cierto punto pacifico en el área.
Actualmente, en cierta forma se minimiza el problema que hubo hace algunos años con los monjes tibetanos, pues hoy en día el impulso en la medicina tradicional y en la educación de la etnia tibetana es mayor.
Este mismo año el interés por la medicina tradicional tibetana por parte de otras naciones, ha llevado a que Rusia y Mongolia hayan intercambiado experiencias y esté por enviarse a Suiza una delegación de eruditos tibetanos para un encuentro clínico e intercambio de experiencias.