Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
MÉXICO, DF, a 16 de mayo del 2015.-Un 16 de mayo de 1917 nació en Apulco, Jalisco, Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, mejor conocido como Juan Rulfo, uno de los grandes escritores mexicanos del siglo XX. Aun cuando su obra literaria fue breve, refleja una combinación de realidad y fantasía cuya acción se desarrolla en escenarios mexicanos, que ha trascendido los años.
Sus personajes reflejan el tipismo del lugar con sus grandes problemáticas socio-culturales entretejidas con el mundo fantástico. Esto se plasma en su libro Pedro Páramo, que representa un parteaguas en la literatura mexicana porque marca el fin de la novela revolucionaria y dio paso a nuevas narrativas en escritores de medidados de siglo.
Rulfo fue también guionista y fotógrafo. Además de ‘Pedro Páramo’, publicada en 1955, dos años antes creo su otra gran obra: ‘El Llano en Llamas’, que contiene 17 cuentos y salió a la luz dos años antes.
En estos textos plasmó en sus narraciones no sólo las peculiaridades de la idiosincrasia mexicana, sino también el drama profundo de la condición humana. ‘El Llano en Llamas’ reunió originalmente quince cuentos que reflejan un mundo cerrado y violento donde el costumbrismo tradicional se desplaza para vincularse con los mitos más antiguos de Occidente: la búsqueda del padre, la expulsión del paraíso, la culpa original, la primera pareja, la vida, la muerte.
Mientras Pedro Páramo trata los mismos temas de sus relatos, pero los traslada al ámbito de la novela rodeándolos de una atmósfera macabra y poética. Este libro ostenta, además, una prodigiosa arquitectura formal que fragmenta el carácter lineal del relato, desde la mítica ciudad de Comala, en Colima, compuesta por una inmensa llanura en la que nunca llueve, valles abrasados, lejanas montañas y pueblos habitados por gente solitaria.
Y no es difícil reconocer en esta descripción las características de Sayula, en el Estado de Jalisco, donde el 16 de mayo de 1918 nació Rulfo.
Después de Pedro Páramo, Rulfo anunció, varias veces y en épocas distintas, que estaba preparando un libro de relatos de inminente publicación, Días sin floresta, y otra novela titulada La cordillera, que pretendía ser la historia de una inexistente región de México desde el siglo XVI hasta nuestros días. Pero el autor no volvió a publicar.
En una entrevista de 1976, Rulfo confesó que el texto terminó en la basura. De vez en cuando, algunos textos suyos aparecían en las páginas de las publicaciones periódicas dedicadas a la literatura. Así, en septiembre de 1959, la Revista Mexicana de Literatura publicó con el título de Un pedazo de noche un fragmento de un relato de tema urbano; mucho más tarde, en marzo de 1976, la revista ¡Siempre! incluía dos textos inéditos de Rulfo: una narración, ‘El Despojo’, y el poema ‘La Fórmula Secreta’.
Pero esta escasa producción literaria ha servido de inspiración y base para una considerable floración de producciones cinematográficas, adaptaciones de cuentos y textos de Rulfo que se iniciaron, en 1955, con la película dirigida por Alfredo B. Crevenna, ‘Talpa’, siguieron ‘El Despojo’, ‘Paloma Herida’, ‘El Gallo de Oro’, cuyo guión sobre una idea original del autor fue elaborado por Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez.
En 1972 se filmó la adaptación de ‘El Llano en Llamas’ y en 1976 se estrenó La Media Luna, que supone la segunda versión cinematográfica de la novela Pedro Páramo.
Fueron tantas las reacciones periodísticas y las notas necrológicas que se publicaron después de la muerte de Rulfo que con ellas se elaboró un libro titulado Los murmullos, antología periodística en torno a la muerte de Juan Rulfo.
Rulfo fue un incansable viajero y participó de varios congresos y encuentros internacionales, y obtuvo varios premios. Recibió el Premio Xavier Villaurrutia en 1956 por Pedro Páramo. También ganó el Premio Nacional de Literatura en 1970.
Cuatro años después viajó a Europa para participar en el Congreso de Estudiantes de la Universidad de Varsovia. Fue invitado a integrarse a la comitiva presidencial viajando por Alemania, Checoslovaquia, Austria y Francia.
El 9 de julio de 1976, fue elegido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, tomó posesión de la silla XXXV el 25 de septiembre de 1980 y ganó el Premio Príncipe de Asturias en 1983.