Confían demandantes en reforma laboral ante Monreal
MÉXICO, DF, 26 de mayo de 2015.- La visita de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff a México, abre la posibilidad de sentar las bases para un Tratado de Libre Comercio a mediano plazo, así como perfilar los primeros pasos de la reforma energética en México y la incorporación de nuestro país al mercado global de los BRICS, adelantó Dejan Mihailovic Nikolajevic, investigador del Departamento de Estudios Sociales y Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México.
“En las filas del empresariado mexicano y elite política y económica hay escepticismo sobre en qué medida conviene un tratado de Libre Comercio entre Brasil y México, sabiendo que el único sector donde podríamos competir fuertemente con ellos es la industria automotriz”, subrayó el académico.
En entrevista con Quadratín México, el internacionalista, recalcó que la primea visita de la mandataria brasileña en sus dos mandatos a México, es un mensaje importante en el marco de la reforma energética mexicana, abriendo la posibilidad de entablar una serie de acuerdos que sienten intercambios efectivos sobre experiencias, información y equipamiento y sobre todo esquemas para preservar la riqueza nacional ante la demanda de las grandes trasnacionales que insisten en una apertura más indiscriminadas.
“La reforma energética en México está por sentar sus bases, todavía no sabemos que es lo que va a pasar, esta os dando los primeros pasos, los cuales tienen que ser sumamente cuidadosos para si es necesario no repetir los errores detectados en la brasileña Petrobras y repetir los modelos positivos de Brasil”, recalcó el investigador.
Durante esta visita de Estado –agregó Mihailovic Nikolajevic– deberán abordarse los pasos que ha dado el gigante del cono sur en los últimos años y lo que ha hecho para colocarse en la escala global como un importante factor en rubros económicos, informáticos, comerciales, culturales, estableciendo un buen ejemplo para que México recupere su liderazgo en Latinoamérica y se catapulte al mundo.
“En términos de relación bilateral se trata de dos países que no han tenido mayores problemas, existe entendimiento mutuo consolidado con el paso de los años, por lo que indudablemente en la agenda bilateral se abordarán los temas que agobian ambos mandatarios, como los problemas internos de inconformidad social, los escándalos de corrupción en los que se han visto involucrados y la consolidación de los marcos democráticos de orden político”, concluyó el analista.