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MÉXICO, DF., 15 de junio de 2015.- A más de cinco años de haber sido creada, Justina, robot de servicio diseñado por alumnos de distintas licenciaturas y posgrados de la UNAM, se prepara para competir en otro certamen internacional: la RoboCup 2015, a realizarse en Hefei, China.
El androide ganó este derecho tras obtener el primer lugar en el Torneo Mexicano de Robótica 2015, realizado en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, en la categoría RoboCup Major @Home.
Jesús Cruz Navarro, estudiante de maestría en Ciencia e Ingeniería de la Computación y team leader del equipo ganador, explicó que Justina es capaz de desenvolverse en ambientes domésticos y servir a los humanos en tareas cotidianas como limpiar la casa, recoger la mesa y tender camas.
En una de las pruebas, el autómata asistió a los convidados de una reunión al llevarles bebidas; lo logró con ayuda de un programa para navegar en entornos dinámicos, lo que le permitió desplazarse en lugares desconocidos, con muebles, obstáculos y personas en movimiento. También le facilita reconocer objetos, personas y rostros.
Los comandos u órdenes deben basarse en lenguaje o gestos normalmente empleados por los humanos. Las instrucciones serán en inglés, porque las competencias convocan a concursantes de todo el orbe. En este caso las reglas vienen del Torneo Internacional a realizarse en China.
Aunque Justina ya ha competido en diversos certámenes, el modelo actual tiene alrededor de un año y todo se ha hecho en el Laboratorio de Biorobótica del posgrado de la FI de la UNAM. El proyecto es coordinado por Jesús Savage Carmona, profesor de esta entidad académica, quien lleva más de 10 años de impulsar la robótica en México.
“La preparación del conjunto puma ha sido crucial en las competencias, porque aunque somos alumnos de distintas carreras, nos hemos acoplado bien. Eso es una gran ventaja, pues ésta es una actividad multidisciplinaria”, agregó.
Participar en estos encuentros nos deja mucho aprendizaje a nivel profesional y, en lo personal, es una satisfacción pertenecer a una escuadra tan bien coordinada, sostuvo.
Marco Antonio Negrete Villanueva, doctorante en Ciencia e Ingeniería de la Computación, explicó que él desarrolla la navegación, es decir, la habilidad de Justina para ir de un punto a otro, lo cual requiere captar estímulos del ambiente, procesarlos y generar respuestas.
Sobre su asistencia a este tipo de certámenes comentó: “En cualquier momento uno puede intercambiar experiencias y conocimientos con otros contendientes. La interacción entre pares es enriquecedora. Una de las ventajas de estudiar en este posgrado es que no sólo somos capaces de generar conocimiento teórico nuevo, sino de evaluar la teoría con la práctica. En el diseño de Justina el ciclo se completa al probar los modelos experimentalmente”.
En su oportunidad, Luis Alfredo Juárez Blanco, estudiante de la maestría en Ciencia e Ingeniería de la Computación y uno de los encargados del área de visión, refirió que en Justina se han empleado cámaras RGB similares al Kinect. “Además de proporcionarnos información de una imagen normal, nos brinda datos de profundidad”.
Eso se utiliza para instruir al robot, por ejemplo, sobre qué hay en una mesa, saber si una persona está sentada o parada o si se trata de un humano, precisó.
Trabajamos en el perfeccionamiento del reconocimiento de objetos para reducir al mínimo el margen de error, incluso en entornos sin iluminación favorable. Competir a nivel internacional es un reto y una forma de decir que somos buenos al medirnos con los mejores del mundo, concluyó.