El INE y la complicidad
Miguel Barbosa es de los políticos que ni pichan, ni cachan, ni dejan batear, y con sus declaraciones en contra del gabinete del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, le echó más tierra a su partido, el PRD.
El senador y su colega Armando Ríos Píter, al solicitar la renuncia de los secretarios de Gobierno, Héctor Serrano; de Desarrollo Social, Rosa Isela Rodríguez, y del Director del Metro, Joel Ortega, en vez de apuntalar al perredismo, dañado luego de las elecciones del 7 de junio pasado, tanto a nivel local como federal, buscan llevar agua para su molino.
Los Ecos Capitalinos nos indican que Barbosa quiere vengarse luego de que se quedó sin su corriente Nueva Izquierda, despreciado por Los Chuchos, además de que pretende posicionar a algunos de sus allegados en el Gobierno del DF.
Para varios, Serrano es el enemigo a vencer, el hombre fuerte del gobierno que debe ser retirado del lado de Mancera.
Sin embargo, ni para jefe de Gobierno, ni para Serrano Cortés, es viable su separación política, a pesar de los rumores que en los últimos día han ocupado espacios en las columnas periodísticas.
La derrota de algunos candidatos perredistas fue responsabilidad de los líderes del partido, Jesús Zambrano y Raúl Flores, quienes no les dieron línea para llevar una buena campaña.
Hubo quienes ni siquiera acudieron a los debates, suponiendo que ya eran ganadores por default. Eso no puede ser responsabilidad de funcionarios del gobierno, sobre todo de Serrano o Rosa Isela Rodríguez que han estado atentos a su trabajo como servidores públicos, incluso él es el primero de todos los funcionarios en llegar a su oficina, a las siete de la mañana.
Ante la ola de rumores que ayer se desataron por redes sociales, luego de que en una columna se indicara que el secretario de Gobierno alistaría maletas para marcharse del gobierno en los próximos meses, éste tuvo que dar una conferencia para negar ese dicho.
“No llegue por recomendación, y no me voy por recomendación”, dijo.