Abanico
Diversos personajes acaparan la atención de la opinión pública en estos días, y no precisamente por sus buenas acciones y altas calificaciones.
Al cumplir 22 años, en el canal 22 -la televisora cultural del Estado- su director Raúl Cremoux ha sido acusado por diversos trabajadores del área de noticias de ser censor al reprimir la libertad de expresión. El conflicto estalló el pasado 19 de junio, cuando Juan Jacinto Silva, director de noticias del citado canal abandonó las instalaciones, luego de 15 de labor años, por serios desacuerdos con la dirección general del citado canal.
Posteriormente apareció en redes sociales una carta redactada por Marco Lara Klahr y 12 colaboradores más en la que denunciaron censura.
Raúl Cremoux, conocido periodista y catedrático, respondió al respecto que todo eso es una “infamia” y que lo acontecido no va con su línea de conducta. Lo que sí, aseguró, es que no hay recursos.
El asunto está en el aire y corre velozmente por las redes sociales donde se ha viralizado, además de que diversos medios apoyan ya las posturas de los trabajadores al señalar que Cremoux no pertenece a la comunidad del Canal 22, pues es un viejo periodista adosado al poder y al priísmo y que llegó para ganar tiempo.
Cremoux tiene por delante mucho que hacer para recomponer las cosas en el canal que dirige, so riesgo de salir del aire ante la embestida laboral.
Emilio Chauyffet, secretario de Educación Pública (SEP), también ha estado en el escenario con los reflectores y micrófonos muy bien puestos. Primero con la postergación, suspensión o aplazamiento de la evaluación a los maestros y su posterior reanudación “llueva, truene o relampaguee”. La misma se aplicó a más de un 80 por ciento del personal magisterial pero ello arreció las protestas y movilizaciones de los “maistros” de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en entidades, prácticamente sin clases desde hace meses como son Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, estados, por cierto, castigados por la pobreza y el atraso.
Al titular de la SEP lo tundieron ayer en la Cámara de Diputados diversos legisladores opositores al priísmo, durante su comparecencia ante la Comisión Permanente del Congreso. El motivo: el citado aplazamiento de la evaluación a los docentes sin informar a la ciudadanía los detalles de tal decisión. El funcionario señaló que el postergamiento obedeció a que diversas entidades no contaban con equipos de cómputo para aplicar las pruebas a los maestros que buscaban una promoción en sus puestos.
Y diversos diputados le respondieron al señor Chauyffet: “cree que somos cándidos, tontos o imbéciles”. Todo mundo tiene claro que el aplazamiento de la evaluación a los integrantes del magisterio obedeció a los tiempos electorales y evitar se calentara más el clima político, de por sí ardiente y humeante. No obstante la cercanía con el jefe del Ejecutivo Federal, el actual titular de la educación Pública del país podría ser reprobado.
Otro más, de los tantos en la palestra, es el entrenador de la selección mexicana de futbol Miguel Herrera, el Piojo, quien también podría tener sus días contados al mando del tricolor. Y no hablamos del rotundo y sonoro fracaso logrado en la Copa América, el torneo futbolístico más importante del continente, luego de la Copa Mundial. Sí, es doloroso el haber sido eliminados sin haber ganado un solo partido frente a escuadras como Bolivia o Ecuador, pero resultan más vergonzoso sus haceres y decires.
El respetable le podrá perdonar el triste papel mostrado en Chile si llega a ganar la Copa de Oro a disputarse en Estados Unidos contra poderosas escuadras como Guatemala, Cuba y otras selecciones de menor tamaño que las sudamericanas. Lo que sí le ha costado caro, muy caro, es su proselitismo en favor del Verde Ecologista y sus llamados al voto en mera veda electoral. Si fue a título personal qué mal, pero si fue por consigna u órdenes de sus jefes de Televisa, peor. No sólo se exhibió sino que se dejó utilizar políticamente.
La gente del medio futbolístico y los aficionados en general le reclaman al Piojo más trabajo, entrega, dedicación y profesionalismo. Menos tiempo para hacer comerciales y spots propagandísticos. Que se dedique a lo suyo que es entrenar a los seleccionados nacionales para que enfrenten dignamente sus compromisos internacionales; que estudie a los equipos rivales y prepare la estrategia y la táctica para vencerlos, que dedique menos tiempo a las entrevistas y a cultivar su figura en los medios. Que entienda que las figuras de la Selección son los once jugadores en la cancha y no él.
Por si fuera poco, el Piojo arremete contra un comentarista de televisión por haberlo criticado y como el malo de la escuela lo amenaza: “ya nos encontraremos”. Señor Piojo, usted es un personaje público y debe tener una actitud y hablar correctos. Tener claro que está sometido al observatorio ciudadano y de los periodistas. No creo que los santones de la Federación Mexicana de Futbol y sus jefes de Televisa lo puedan cubrir con el manto sagrado de la impunidad y cometer yerros para ser ocultados.
Miguel Herrera tiene ante sí el desafío de ganar la Copa de Oro ante rivales de la Concacaf, so pena de obtener la tarjeta roja y ser expulsado. Y cuidado: enfrente tendrá al selectivo de los Estados Unidos, al cual no se le ha podido ganar desde hace tiempo y se ha convertido en nuestro coco.