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ÉXICO, DF, 24 junio de 2015.- El incendio ocurrido en el asilo de Mexicali, Baja California, muestra la urgencia de contar con una cultura de protección contra incendios, aseguró el presidente de la Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendios (AMRACI), Carlos Morett, quien informó que este organismo lleva a cabo desde el pasado mes de abril la Campaña Nacional de Protección Contra Incendios, cuyo objetivo es difundir en todo el país la cultura de prevención para reducir el impacto social y económico que provocan los incendios y evitar tragedias causadas por estos como la sucedida el martes, donde murieron 17 personas mayores.
Morett recordó que la AMRACI es una asociación civil, sin fines de lucro, integrada por cien empresas fabricantes de equipos contra incendios, la cual impulsa esta Campaña, que habrá de concluir con la realización de la Semana Nacional de Prevención de Incendios, que se llevará a cabo del 5 al 9 de octubre próximo.
La campaña es una jornada intensa de actividades de prevención en todo el país para concientizar a la población y en especial a los niños y jóvenes, de tomar medidas que eviten los incendios tanto en escuelas y casas habitación, así como en lugares de alta concentración de personas como hospitales, centros de espectáculos, oficinas, hoteles y otros edificios.
También incluye esta campaña hacer un llamado a los nuevos legisladores que resultaron electos en las recientes elecciones federales y locales, de la necesidad de contar con una legislación a nivel nacional en materia de Seguridad Humana y Protección de Incendios.
Morett, destacó que los incendios son un problema latente objetivo y real en México. “Optimistamente pensamos que no nos va a suceder y que los elementos que actualmente exigen las normas oficiales mexicanas son suficientes pero ahí están las tragedias registradas en los últimos años”.
Recordó que los incendios en México son cada vez más numerosos y destructivos. Tan sólo en 2014 se tuvieron pérdidas por 4.8 billones de pesos. La mayoría de estos pudieron evitarse de haber existido en el país, la cultura de la prevención con modernas tecnologías.
De ahí, agregó, resulta impostergable crear una Ley Nacional de Seguridad contra Incendios, ya que en nuestro país hasta ahora se ha trabajado más en el combate a los incendios que en su prevención, y a ello se suma la existencia de un marco jurídico disperso. Esta ley, dijo, debe incluir a los rociadores como herramientas fundamentales en el combate a los incendios, los cuales tienen una efectividad probada del 99 por ciento.
Dijo que aun cuando se cumpla con la Ley General de Protección Civil y la NOM-002-STPS-2010, al día de hoy, los lugares de concentración pública no están del todo protegidos de forma integral. Tal es el caso del centro de cuidado infantil de la Guardería ABC en Hermosillo, que tuvo 49 pérdidas de niños y el Casino Royal de Monterrey con 52 muertos, la explosión de gas en el hospital infantil de la Ciudad de México y ahora el incendio en el asilo de Mexicali”.
Estos incendios, destaca Morett, nos hacen reflexionar que de haber existido una cultura de prevención y una regulación específica, homologada e integral, podrían haber sido controlados en una etapa muy temprana. Por ejemplo, si se hubiesen instalado sistemas de detección, alarmas, rociadores automáticos, medios de evacuación, etc. Pero sobre todo, capacitar a las personas qué hacer en estos casos.
Para reducir el impacto social y económico de los incendios, y evitar las tragedias catastróficas y devastadoras causadas por estos, tenemos que usar soluciones confiables y probadas en la prevención y protección contra incendios en otros países y adaptarnos a la nueva realidad de un México en desarrollo y sostenible que goce de seguridad y así evitar sucesos que lamentar.