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MÉXICO, DF, 7 de julio de 2015.- Es prioritario atender y revitalizar nuestro Estado de Derecho, afirmó este martes el Ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, quien destacó que la impunidad y la corrupción que se advierten impiden que las ideas de justicia, equidad y legalidad permeen y se consoliden en nuestra sociedad, informó la Comisión Nacional de Derechos Humanos a través de un comunicado.
“La ilegalidad, la violencia y el delito deben ser prevenidos y sancionados por la autoridad en cualquier parte del país. No debemos propiciar ni tolerar la impunidad, así como tampoco podemos aceptar que se busquen soluciones al margen de la ley para el reclamo de derechos o el planteamiento de inconformidades. Nuestras instituciones son el medio por el cual se debe procesar todo reclamo de justicia”, aseguró.
Señaló que la autoridad tiene la obligación de sujetar sus actos a lo previsto por las normas, de aplicar la ley a quien la incumpla y no permitir forma alguna de impunidad. En este sentido, dijo, la coherencia y ejemplo de la autoridad en el propio actuar es tan importante como las acciones que emprenda contra quienes violen las normas.
Al participar en el Seminario sobre Violencia y Paz, ¿Cómo están los Derechos Humanos en México? El Ombudsman Nacional Opina, organizado por El Colegio de México (Colmex), el presidente de la CNDH subrayó que el estado actual de éstos en el país es de claroscuros, donde hay muchas asignaturas pendientes y se enfrentan incontables retos para llegar a ese Estado y sociedad plenamente sustentados en el reconocimiento y defensa de las prerrogativas a que aspiramos.
Explicó que no obstante la reforma constitucional de 2011 en materia de derechos humanos transformó sustantivamente este ámbito y constituye un logro sin precedentes en nuestro sistema jurídico, los cambios normativos no son suficientes para modificar por sí mismos nuestra realidad.
“Sólo en la medida en que los derechos fundamentales se vuelvan una realidad –dijo— podremos señalar que la reforma constitucional fue exitosa”.
Por ello, señaló que vencer la miseria, ignorancia, injusticia, desigualdad y falta de oportunidades que afectan a gran parte de mexicanas y mexicanos debe ser prioridad del Estado, lo cual implica replantear las políticas para incidir de manera efectiva en las causas que generan esos problemas y no sólo actuar mediante esquemas de carácter prestacional o asistencial que marginan aún más a las personas, al restarles autonomía y sentido de responsabilidad.